Según el más reciente informe de la Unidad de Víctimas, en Norte de Santander tres municipios se destacan en la atención brindada a esta población: Tibú, El Tarra y La Playa.

¿Qué hacen en particular estos alcaldes? Cumplir cada cita del comité de justicia transicional, acatar cada detalle de la ley 1448, así como entregar y gestionar apoyos para las víctimas.

Yoneider Pérez, enlace de víctimas de El Tarra, declaró que pese a que en el cuatrienio se ha hecho frente a seis desplazamientos masivos y un atentado contra la Alcaldía, no ha habido mayor impedimento para acompañar a las víctimas.

“Entregamos un saldo de más de mil millones de pesos en ayudas humanitarias para las víctimas, algo que no había ocurrido antes”.

Vale decir que en la zona, cuatro funcionarios atienden a 8.053 víctimas provenientes de otros pueblos del Catatumbo, como Teorama, Tibú, Hacarí y San Calixto, que llegan allí por la cercanía que les ofrece esta oficina.

En el caso de Tibú, la ventaja es el respaldo del Consejo Noruego para Refugiados, aliado que apoya el acceso a la educación de los niños, mientras la alcaldía hace lo propio con transporte y la alimentación.

En el 2014, se entregaron unidades productivas para 15 familias de la vereda Socuavo y también se han atendido desplazamientos masivos.

Para el secretario de Víctimas, Luis Fernando Niño, el trabajo eficiente de los alcaldes es la esencia de este reconocimiento, pese a las dificultades que aún se presentan en temas en resolución, como la restitución de tierras.