Un hombre de 25 años fue por ‘lana y salió trasquilado’, luego de recibir dos disparos en un glúteo que le propinó el propietario de un inmueble que presuntamente pretendía robar.

El caso se registró en la madrugada de este domingo en una casa de la avenida 5 entre calles 8 y 9, del barrio Motilones, en la ciudadela Juan Atalaya, donde funciona un estanco y una sala de belleza.

Según se conoció, hacia las 2:30 de la madrugada,  cuando se disponían a cerrar el estanco, el dueño escuchó ladrar a uno de sus perros y luego recibió la llamada de un familiar que lo alertaba sobre la presencia de un desconocido en el techo.

El comerciante, que aseguró que en ocasiones pasadas ha sido víctima de los ladrones, narró que enseguida tomó el revólver de su propiedad y salió a verificar lo que pasaba.

Estando en el patio corroboró la presencia del sujeto en el techo, por lo que corrió hacia el segundo piso para poderlo agarrar.

Al llegar  a la segunda planta, desde abajo le gritaron que el ladrón había bajado y estaba en el estanco.

Lo sorprende

Al descender nuevamente, el propietario observó que el ladrón intentaba abrir una caja donde guardaba el dinero y que había tomado un celular del negocio. Entonces le gritó para que se detuviera, pero el delincuente hizo caso omiso y salió corriendo.

Ante esta situación, el propietario reaccionó accionando el arma, propinándole uno de los disparos en el glúteo. Como el desconocido no se detenía, le volvió a disparar.

Con el segundo balazo el asaltante cayó al suelo; de inmediato, el comerciante lo agarró y le pidió a uno de sus empleados que llamara a la Policía.

Cuando la patrulla llegó, le entregaron al hombre herido, quien fue llevado al Policlínico de Atalaya para que recibiera los primeros auxilios.

De allí lo remitieron al Hospital Universitario Erasmo Meoz, donde permanece en observación médica y bajo custodia policial.

Luego de su recuperación e instaurada la correspondiente denuncia, el delincuente quedará a disposición de la Fiscalía por el delito de hurto.

Un juez será el encargado de decidir si lo considera como un peligro para la sociedad y lo envía a prisión, basándose en las evidencias y testimonios que lo comprometen con los hechos.