El 25 de junio de este año, las lluvias arrasaron con buena parte de las viviendas y vías de Chitagá, el pueblo que hoy hace historia por la impresionante recuperación que ha tenido en menos de tres meses.

Con un trabajo acelerado, que comenzó finalizando el mes de agosto, la reconstrucción de 34 casas para igual número de familias damnificadas está a punto de culminar y de hecho ya se anunció la inauguración de las mismas, este 7 de diciembre.

Ese día 30 hogares en la zona urbana y 4 del sector rural, que vieron cómo se desplomaron sus casas por la fuerza de las avalanchas, estrenarán no solo las casas sino que, sin querer, le otorgarán un nuevo barrio al casco urbano.

Es que, según cuenta el alcalde Dikson Villamizar, se logró habilitar un lote lejos del lugar donde ocurrió la emergencia y se edificaron 16 casas en el vecindario que se llamará Villa Lina.

Este, está ubicado junto al barrio El Carmen, para conformar un gran conjunto habitacional que se conocerá como Villas de Juan Alí, en honor al padre del mandatario.

Simultáneamente, en el barrio La Aurora se reconstruyen el resto de domicilios, más los cuatro veredales, con lo cual se logra la reubicación de los barrios Huicán y Tolima, afectados por la emergencia. 

Con los combos de materiales que dio la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, que incluían ladrillos, bloques, cemento, tejas, entre otros, se hicieron las obras. 

De acuerdo con el alcalde, la misma comunidad puso parte de la mano de obra “por participación y sentido de pertenencia” y es esto, junto con la acción efectiva del Gobierno Nacional lo que permitió que Chitagá sea un hito en la reconstrucción. 

Mientras se surtió el proceso, los afectados recibieron sus subsidios de arrendamiento, de $250 mil pesos, por familia, los cuales terminarán en cuanto sean entregadas las casas.

Cabe señalar que en la atención de esta emergencia, la Unidad aportó más de 800 millones de pesos, y la gobernación, los combos de maquinaria.

'Nada de interés social'

Aunque estas viviendas son catalogadas de interés social, para Carlos Quintero, secretario de Gobierno del municipio, “de interés social no tienen nada; son unas súper viviendas”.

Según el funcionario, la comodidad que ofrecen es muy superior a lo que se esperaba.

Cada vivienda es de 72 metros cuadrados, y tiene 2 habitaciones, sala comedor, cocina, patio de ropas, baño y una zona para futura ampliación.

A los reubicados solo les quedará para hacer, a su gusto, la instalación de los pisos, aunque los materiales también les serán entregados sin costo, “para que le agarren como amor a la cosa”, comenta Quintero.

La instalación de energía está en marcha y la pavimentación de las vías se hará cuando el Ocad del departamento apruebe el proyecto que se financiará con recursos de regalías.

Aunque las viviendas quedarán en manos de los damnificados, el alcalde advirtió que con la legalización se dejará una cláusula para que no se puedan vender, al menos, en los próximos 10 años, pues “la idea es que no se haga negocio con este gran esfuerzo”, dijo el alcalde. 

Sumado a ello, está la intervención que se ha hecho en materia de recuperación vial, en sectores como Presidentes y Chucarima.

Allí, también llegaron los combos de material y se han hecho los trabajos para recuperar el acueducto y volver a brindar el servicio a sus habitantes.

“Ha habido mucho trabajo entre la comunidad  y el gobierno”, destacó Quintero. “Afortunadamente, no nos han desamparado”.

No podía faltar el pero...

Aunque las obras no podían estar en mejores condiciones, ahora hay un problema en la zona rural.

Según el alcalde, cuando ocurrieron las avalanchas, se perdió gran cantidad de manguera que los campesinos utilizan para sus sistemas de riego.

“Es algo que se ha salido de mis manos”, afirmó. “Ya le dijimos al ministerio de Agricultura que nos ayude, porque son unas 12 veredas las afectadas”.

Si bien parte de la comunidad no ha tenido inconvenientes en el suministro de agua porque se capta de las quebradas La Viuda y El Arpero, la zona rural sí tiene inconvenientes.

Además, el alcalde recordó que la Gobernación se había comprometido a ayudar en la recuperación del acueducto con 250 millones de pesos, pero hasta ahora no ha habido obra alguna.

“Sí hicieron las visitas  y me colaboraron con la expedición del Cdt, pero nos tienen en espera”, puntualizó.

*Redacción La Opinión