El alcalde de San Calixto, Jairo Pinzón, dijo que si el alcalde de Villa del Rosario, Carlos Socha, no lo hubiera presionado para favorecer a Luis Lizcano en la elección del director para Corponor, él hubiera votado por este último.

Aunque dijo estar temeroso de la reacción que puedan generar estas declaraciones, Pinzón reconoció que sin la persecución de la que fue objeto nunca hubiese ocurrido el empate que hoy tiene en vilo la decisión final.

El mandatario negó reiteradas veces las acusaciones de Socha, sobre un supuesto soborno por 300 millones de pesos que habría recibido para favorecer al actual director con el fin de que permaneciera en el cargo por cuatro años más.

Es que según Socha, el gobernador, Édgar Díaz, también estaría involucrado en el hecho de corrupción al haber ofrecido contratos por los mencionados $300 millones para que Pinzón inclinara su voto en favor de Angarita, como efectivamente pasó.

“Si Socha no me hubiera intimidado, yo habría votado por Luis”, indicó el alcalde. “Pero así, obligado, presionado... me dio miedo y preferí generar el empate, pero en ningún momento hubo plata de por medio. Eso es mentira”.

De hecho, Pinzón aseveró que fue Socha el verdadero autor de las presiones y chantajes, que lo hostigó y presionó durante días vía telefónica para que el voto fuera por Lizcano y no por Gregorio Angarita Lamk, el otro opcionado para ocupar la dirección.

“Tengo los mensajes de Whatsapp en los que me dice que es el consentido del presidente Santos, que lo de Corponor era muy bueno, que él tiene contratos ahí y que luego cuadrábamos”, afirmó Pinzón.

Agregó que fue tal el ‘hostigamiento’ del alcalde de Villa del Rosario, que tuvo que bloquearlo en la red social.

Si bien Pinzón dijo desconocer por qué Socha actúa de este modo, ratificó que nunca pudo haber acuerdos previos, debido a que la convocatoria para director era abierta, y no se sabía cuáles hojas de vida llegarían al consejo directivo.

La subida al carro

El motivo que desató esta crisis fue, en palabras de Socha, la sospecha que tuvo al ver al alcalde de San Calixto subido en la camioneta del gobernador el pasado viernes, día en que se aplazó la elección por el empate entre Lizcano y Angarita.

“Me pregunté a qué se debía eso, por qué andaban en el mismo carro, y claro, fue el empate”, comentó Socha. “Después, fuentes fidedignas, no me consta, dicen que le ofrecieron los $300 millones y por eso cambió el voto de la noche a la mañana, en contra de decisiones que habíamos tomado”.

Pinzón volvió a desmentirlo y dijo que su acercamiento con Díaz fue solo para evitar a Socha.

“El viernes (cuando se aplazó la elección) Socha volvió a decirme que si me volteaba me denunciaba”, relató. “Hasta le comenté al gobernador que Socha era un tipo peligroso”.

Para el alcalde, la prueba de que no hay ni hubo relación cercana con el gobernador es que el municipio no recibe una sola obra desde 2013, época en la cual se intervino la vía Teorama-San Calixto.

“Incluso por eso tuvimos diferencias con el gobernador. También pedí la cofinanciación para hacer la casa del adulto mayor, pero eso empeoró la relación porque al final el gobernador me dijo que la ley no le permitía hacer el proyecto y la alcaldía tuvo que hacer la casa, que ya se inauguró”.

Y aseguró que el otro momento en el que coincidió con Díaz fue durante una visita que se hizo al ministero de Minas, en 2012, para buscar apoyo en el proyecto de electrificación rural.

Apoyo a la Procuraduría

Contrario a las declaraciones del gobernador Díaz, que insiste en que la viceprocuradora María  Eugencia Carreño los intimidó al advertir que si votaban por las hojas de vida que ni cumplen requisitos serían sujetos de investigación, el alcalde manifestó que no sintió tal amenaza. 

Al respecto, señaló que no hubo intimidación por la presencia, acompañamiento y recomendaciones finales de la Procuraduría para elegir al director.

“Ellos son los más idóneos para dar ese control previo; pueden subsanar cualquier aspecto que nosotros no tengamos claro, y para mí es mejor”, dijo. “Yo acato lo que diga la Procuraduría”.

Además, expuso que desde el principio los 12 miembros del consejo estuvieron de acuerdo en que la Procuraduría estuviera presente para tener argumentos más claros al momento de decidir.

Aunque para Pinzón no es claro el futuro ni de Lizcano ni de Angarita, espera que la llegada del organismo de control dé más transparencia al proceso.

Ahora, se espera del concepto que de la Contraloría sobre las funciones que tienen los contralores y la posibilidad, o no, de su participación para estos cargos.

Se avecinan las demandas

Según comentó el alcalde Pinzón, le dará un plazo de dos días a su colega Carlos Socha para que se retracte de sus acusaciones pues, de lo contrario, lo demandará.

“Aunque yo soy una persona conciliadora, no quiero perjudicar a nadie”, y reiteró que tomará como pruebas las conversaciones que sostuvo con el mandatario rosariense antes y durante la elección.

“Él no tiene pruebas de lo que dice, y además me pone en riesgo pues criminales podrían extorsionarme por una plata que jamás recibí”, dijo con preocupación.

Por su parte, el gobernador, Édgar Díaz, aunque ratificó que “cada quien juzga por su condición”, dijo que si amerita formular una denuncia por las acusaciones, lo hará.

Por ello, expresó que en cuanto recoja las pruebas provenientes de las declaraciones que Carlos Socha entregó a los medios de comunicación regionales, pedirá que se le investigue.

Reiteró además que espera que el proceso de elección de director termine siguiendo el debido proceso, pues aunque ayer debió darse por terminada la discusión, se incumplió el protocolo por la intervención de la Procuraduría.

*Redacción La Opinión