Luego de que se diera una fecha definitiva para la firma de la paz con las Farc -23 de marzo de 2016-, y se estableciera el acuerdo de justicia transicional considerado como el punto más difícil del proceso, han pasado muchas cosas.

En principio, y como suele ser costumbre, se sintió la euforia por ver algo inimaginable: Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’, dándole la mano al presidente Juan Manuel Santos. Una foto que seguramente quedará grabada en la memoria colectiva de los colombianos.

Las voces de apoyo al avance, especialmente de la comunidad internacional, no se hicieron esperar, y más, con la visita del presidente Santos a Estados Unidos, el primer país en reiterar su disposición para cumplir el objetivo.

El Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, también se pronunció al respecto, señalando su satisfacción por lo acordado, mientras que la canciller María Ángela Holguín, aprovechando la discusión con Nicaragua, habló con la Fiscal General de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda, sobre el acuerdo frente al cual, afirmó que veía con buenos ojos y que lo analizaría con detenimiento.

Días después, y también como muestra del apoyo al anuncio, la Unión Europea envió un enviado en representación de esa comunidad para el proceso de paz, el exviceprimer Ministro y Ministro de Relaciones Exteriores de Irlanda, Eamon Gilmore.

Sin embargo, a medida que fueron pasando los días y pese a los apoyos mencionados, las críticas de quienes siempre se han mostrado en desacuerdo con el proceso se empezaron a escuchar.

En principio, se centraron en las contradicciones que parecían haber entre las delegaciones del gobierno y la insurgencia, con respecto a lo dado a conocer el pasado 23 de septiembre. Y luego, especialmente por el lado del procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez, se dieron sobre el cumplimiento de los estándares internacionales.

En definitiva, la discusión mermó cuando la delegación del gobierno, luego de afirmar que aún quedaban diferencias, en voz de Humberto de la Calle, prometió ante el Congreso de la República que apenas quedara terminado, los colombianos conocerían la totalidad de lo acordado.

Luego de un mes y 10 días del anuncio, el acuerdo de justicia transicional no se ha dado a conocer, pero el mensaje de que se está en la etapa final del proceso perdura, y más con los anuncios que se dieron después.

El Ejército para la paz y la modificación del plan Colombia

Dos días después del anuncio sobre justicia transicional, las Fuerzas Armadas anunciaron un cambio en la doctrina del Ejército Nacional.

En la nueva doctrina, se le apunta a la educación de los militares, así como el cambio de objetivos militares, si se da la firma con las Farc. Eso sí, aclarando que no se requiere de una reducción de los miembros de la Fuerza Pública, pues el combate al narcotráfico, las bandas criminales y la defensa de los territorios donde el Estado todavía no hace presencia, hace necesaria la activa participación Ejército.

Más tarde, el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, planteó la necesidad de doblar el número de miembros del Esmad, que dijo, serán claves en el posconflicto, pues éste empezaría a ocupar varias zonas de conflicto, con el reto de mostrarle a quienes vienen de la violencia que pueden protestar de manera tranquila.

Pero no solo ellos anunciaron cambios con miras a la paz, también Estados Unidos, pues se conoció por boca del Secretario de Estado, John Kerry, que estaban trabajando en las modificaciones que con la paz firmada, tendría que hacer el Plan Colombia, que ya cumple 15 años de vigencia.

Acto legislativo para la paz en el congreso

Mientras tanto, en el Congreso de la República se inició el trámite del acto legislativo con el cual se darían las herramientas para refrendar los acuerdos logrados en La Habana. En los primeros días del mes de octubre fue aprobado en primer debate y ahora se está a la expectativa por la votación que la plenaria del Senado hará para que pueda pasar a tercer debate.

El acto legislativo, que establece las facultades especiales que tendría el presidente en caso de la firma de la paz y crearía una Comisión Legislativa para la paz, tuvo algunas modificaciones durante el inicio.

En él se incorporó la creación de un fondo especial en el que se destinaría una parte del presupuesto nacional durante 20 años, dando los recursos para llevar a la realidad lo escrito en La Habana. Así mismo, se planteó la bicameralidad, dando votaciones separadas de Cámara y Senado a lo que se legisle y, se determinó, que serían 12 los miembros de la Comisión Legislativa -cosa que sigue siendo centro de debate-, garantizando la cuota femenina.

En su paso de primer a segundo debate, el acto también llegó a tener un parágrafo que le daría la posibilidad a las Farc de entrar la Comisión Legislativa especial, con voz, pero sin voto. Pero, ante el inminente rechazo, se espera que en la votación de plenaria quede eliminado.

Mientras tanto, y a la espera de la votación, las comisiones de paz del Senado y la Cámara de Representantes, pese a las críticas, viajaron en los últimos días para reunirse con la delegación de las Farc para explicarles el acto legislativo que se tramita y sugerirles que pongan sobre la mesa el plebiscito como mecanismo de refrendación popular.

El acuerdo de desaparecidos

Otro de los anuncios que genera expectativa sobre la terminación del conflicto, luego de anunciada la fecha de la firma, fue el acuerdo de desaparecidos.

Éste se dio a conocer el 17 de octubre, en donde se estableció acciones para practicar de inmediato, como gestos de generación de confianza y acciones que se tomarán cuando esté firmada la paz.

La primera parte consiste en la aceleración de la búsqueda, ubicación, identificación y entrega de los restos de las víctimas a sus familias, gracias a la información que tanto las Farc como las Fuerzas Armadas tienen que dar. El receptor de tal información sería el Comité Internacional de la Cruz Roja para el diseño y entrega digna de las personas dadas como desaparecidas, que ya manifestó su apoyo.

La segunda consiste en la creación de una Unidad Especial para la Búsqueda de Desaparecidos, de carácter extrajudicial, que sería la encargada de toda la gestión de búsqueda y entrega de desaparecidos luego de la firma definitiva.

Cese bilateral y mandato al consejo de seguridad de la ONU

Con los dos acuerdos, justicia transicional y la búsqueda de desaparecidos, el siguiente tema que ha sonado bastante, luego del 23 de septiembre, es el cese bilateral del fuego y de hostilidades.

El presidente Juan Manuel Santos pidió que se hiciera lo posible para terminar el punto cinco de la agenda de negociación y dar como regalo de Navidad a los colombianos ese gran paso.

Ante eso, la delegación de las Farc dijo que se podría lograr ese cese mucho antes del mes de enero, como lo solicitó el Presidente, incluso señalaron el 16 de diciembre como la fecha para efectuarlo.

Ante la posibilidad, que se ve bastante factible, el Presidente anunció que pedirá mandato al Consejo de Seguridad de la ONU para poder tomar decisiones administrativas y logísticas respecto a las zonas de concentración, las cuales son esenciales para que se dé el cese.

Pese a ello, las Farc en los últimos días han hecho un llamado continúo a los países garantes del proceso, e incluso pidieron una reunión urgente con las organizaciones veedoras del cese el fuego porque, dicen, el gobierno estaría aumentando el pie de fuerza y poniendo en dificultades a los guerrilleros para poder cumplir con el silencio de los fusiles. Mientras que el gobierno afirma que se ha cumplido con el desescalamiento.

¿El cambio de la oposición?

Dentro de las cosas que han marcado el proceso de paz, luego del acuerdo de justicia transicional, también está el cambio del Centro Democrático respecto al proceso.

El expresidente Álvaro Uribe, que ha sido uno de los principales opositores, cambió su tono y lanzó propuestas para el acuerdo. Pese a que insiste en que la Comisión Legislativa es un peligro y que se debe tener cuidado con la participación política de las Farc, el senador ha sugerido que lo mejor sería una asamblea constituyente limitada a la paz.

El cambio, que fue calificado como positivo por varios sectores y el mismo gobierno, dicen, se debe a los malos resultados que se dieron en las elecciones de autoridades locales, en donde la gran parte de los electos plantean su administración con miras al posconflicto.

ELN podría "complementar" su proceso con lo logrado por el Gobierno y las Farc

Paralelamente a los diálogos con las Farc, el posible inicio de una fase pública de negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional, ELN, se ha venido discutiendo con más fuerza.

De hecho, el mismo grupo insurgente ha afirmado que por las coincidencias en las negociaciones, lo hecho por el gobierno con las Farc, podría llegar a ser un complemento de sus diálogos. Sin embargo, por el ataque a la misión electoral que hicieron recientemente, se ha afirmado que tales discusiones estarían tambaleando.

Por el momento, el grupo guerrillero ha pedido a la Iglesia que intervenga para lograr un cese bilateral con el Gobierno Nacional.

A la espera

De esta forma, el clima del proceso parece ir bien y podrá ir bien si los últimos llamados de las Farc por la posibilidad de que el cese unilateral se termine, se logran solucionar.

Mientras tanto, el Congreso tendrá que votar esta semana el acto legislativo para la paz, si no se quiere afectar el cronograma propuesto. Y por el lado del presidente, tendrá que reunirse con los países miembros de Consejo de Seguridad de la ONU, para lograr el mandato y empezar a determinar la logística para efectuar el cese bilateral.

Claro está, sorteando todas las críticas e inconformidades y tomando las decisiones necesarias para que todo marche bien durante los cinco meses que quedan para que se dé la firma de la paz con las Farc. 

*Bogotá | Colprensa