En el 2014 se registraron en Colombia 6.594 nacimientos provenientes de madres entre los 10 y los 14 años y 142.537 entre los 15 y los 19 años, informó el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).

El Instituto Nacional de Medicina Legal aclaró que el 19% de los nacimientos corresponde a niñas de 13 años, mientras que el 78% afecta a niñas de 14.

Adicionalmente, la entidad advirtió que en el 80% de los casos, en estas edades el padre tiene, al menos, cuatro años más que la madre y que los departamentos con mayor fecundidad son: Guainía, Caquetá, Amazonas, Cesar, Arauca, Casanare, Magdalena y Huila.

De otra parte, Medicina Legal reveló que en 2014, el 85% de los casos de violencia sexual en Colombia se perpetuaron en contra de menores de 17 años y que de ellos el 41% recae en niños entre los 10 y 14 años.

En el caso de las mujeres entre los 15 y los 19 años, la Encuesta Nacional de Demografía y Salud indica que una de cada cinco ha estado embarazada en algún momento de su vida, lo cual representa el 19.5% de esta población.

El estudio demuestra además que entre 2009 y 2013 se redujo del 7.4% al 6.9% por cada 100 adolescentes, y que el 18.5% de ellas se encuentra en zonas urbanas y el 26.6% en áreas rurales.

El documento señala que las mujeres sin ninguna educación (55%) tienen casi dos hijos más de los deseados; mientras que quienes acceden a la educación superior (11%) tienen los esperados.

Finalmente, deja ver que el 35.4 por ciento de las mujeres desplazadas está en embarazo.

"Hay que hablar"

Gina Juliette Vargas, coordinadora nacional del Programa para Jóvenes de Profamilia, resaltó la importancia de que los adolescentes puedan tener una sexualidad integral, informada y libre de riesgos, para lo que se debe trabajar en una educación temprana en el tema.

“Hay que hablar de sexualidad con los jóvenes, de esta manera le hacemos frente al embarazo en adolescentes, les ayudamos a que se valoren y se pregunten ¿cómo me relaciono conmigo mismo?”, agrega la experta.

Según Vargas, en ciudades vulnerables se debe hacer un esfuerzo adicional debido a que el componente de género sigue siendo muy fuerte, lo cual se ve reflejado en el dominio, uso de la violencia y no negociación frente al uso del condón.

“En algunas regiones, los hombres son los que determinan en qué momento tienen relaciones con su pareja, son quienes salen a la calle, mientras las mujeres se quedan en casa. Tienen varias parejas sexuales, lo cual expone a la mujer a enfermedades e interfiere en la toma de decisiones para una sexualidad protegida”.

Todos los métodos anticonceptivos –dijo-están incluidos en el POS; las inyecciones, las pastillas, hasta el implante subdérmico, tanto en el contributivo como en el subsidiado.

Ember Estefenn, director de Niñez y Adolescencia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), afirmó que el principal problema de los embarazos adolescente es que aún no es reconocido como un problema nacional.

“Debemos reconocer el embarazo en adolescentes como un problema de salud pública, que coloca a estas personas en una trampa de pobreza de la que nunca pueden salir. En la medida en que van al colegio y a la universidad para terminar una carrera van a poder salir adelante”, comentó el funcionario.

Asimismo, argumentó que las más perjudicadas con estos embarazos siempre son las mujeres, por lo cual se debe enfocar esfuerzos en hacer mujeres más empoderadas.

El experto mencionó que gobernadores y alcaldes tomen buenas decisiones en cuanto a programas que contribuyan a dicho propósito. “Hay programas que no sirven y se gasta plata y esfuerzos. No basta con repartir condones o con la conferencias de los sicólogos. Se necesita hacer otras cosas de forma articulada”, dijo.

Diva Moreno, asesora en derechos sexuales y reproductivos del Ministerio de Salud, aseguró que Colombia es un país que consiente las relaciones entre niñas y mayores de edad, y que hasta que esto no cambie, las cifras de embarazos adolescentes no planificados no disminuirán.

“Socialmente consentimos que un hombre mayor busque relaciones sexuales con una menor de edad y por ello no vamos a acabar con el problema. El 85 por ciento de los casos de embarazos adolescentes no planificados involucran a personas adultas”, dijo la experta.

Cifras a la baja

Las cifras de embarazos en menores de edad en Cúcuta comenzaron a presentar un descenso significativo después de cuatro años de campañas en los colegios.

En comparación con los casos presentados en 2002, cuando se echó a rodar la campaña de “Dígale no al embarazo prematuro”, con jornadas de teatro y festivales musicales, en los que el mensaje siempre buscó abrirles los ojos a las niñas y adolescentes para que no fueran a caer en tentación a temprana edad, en el presente año se redujeron en casi un 50%.

Deisy Astrid Machuca, secretaria de Salud, sostuvo que todavía resta mucho por hacer en materia preventiva ya que el fenómeno es moral y biológico.

Machuca precisó que las niñas corren riesgos en su cuerpo y en su salud, al tiempo que detienen su proyecto de vida.

En 2012, en la población de 10 a 14 años, se presentaron 84 embarazos en Cúcuta, cifra que en el presente año bajó en 38 casos.

En el grupo de adolescentes de 15 a 19 años, en 2012 se conocieron 2 mil 414 casos y en lo que va corrido de 2015 la cifra llega a 1.234 casos, es decir, 1.180 menos.

Y en la población menor de 20 años, en 2012 se registraron 2 mil 498 casos y en el actual van 1.280.

Mientras en Cúcuta la tendencia es a la baja, en el departamento sucede todo lo contrario. Las cifras dadas por la Secretaría de la Mujer de Norte de Santander, sobre embarazos en adolescentes, ubican al Departamento entre las 12 zonas en Colombia con mayor índice de alumbramientos en adolescentes entre los 10 y 19 años.

Con respecto a lo que va de este año, según los datos del Dane a corte del 30 de julio, en Norte de Santander 68 niñas menores de 14 años dieron a luz un hijo y 1.379 fueron madres en edades entre los 15-19 años.