Jeimy Osorio camina con el tumbao que caracteriza a la mujer mulata, luciendo con gracia ese cabello afro, castaño y voluminoso. En su rostro se dibuja una sonrisa amplia y cercana cuando conversa y si escucha algún tema tropical, sus hombros, brazos y pies se sueltan a bailar.

Sin duda, la actriz puertorriqueña lleva en la sangre ese sabor a fiesta y alegría, el mismo que corría por las venas de la legendaria ‘Guarachera del Mundo’. No en vano fue elegida para encarnar a la famosa cantante cubana en su etapa juvenil en la serie Celia, que transmite RCN, papel que describió como una “gran bendición” en su carrera artística. Con 28 años, cuenta ya con una admirable trayectoria en la televisión y el cine desde que salió de su país natal en el 2011.

Se le vio en las novelas ‘Una maid en Manhattan’, ‘Porque el amor manda y ‘Santa diabla’, y las películas ‘Rápidos y furiosos 5’ y ‘Che, una vida revolucionaria’, entre otros títulos.  En su isla del encanto, actuó, bailó y cantó en los musicales ‘Hairspray’, ‘High school musical on stage’ y ‘Rent’.

Desde la pantalla, Osorio personifica a la Celia que trabajaba como maestra de educación primaria, en La Habana. Su interpretación culmina en la época en que se suma a la Fania All Stars, en Nueva York, a la edad de 40 años, para darle el protagonismo a la cubana Aymeé Nuviola, quien encarnará a la guarachera hasta su muerte. En entrevista con el diario La Opinión habló sobre su carrera y sus próximos proyectos.

¿Qué sintió cuando la elegieron para el protagónico?

Fue una emoción gigante, recuerdo que me tiré al suelo a llorar. Ha sido un honor pertenecer a este elenco y continuar el legado de la buena música, del amor, la pasión y la dedicación de Celia.

¿Cómo se preparó?

La estudié de la manera más honesta posible, no traté de imitarla sino de interpretarla. Gracias a Dios que existe Youtube, porque pude ver sus videos en su juventud hasta sus últimas entrevistas. Allí pude aprender cómo hablaba, cómo se expresaba, sus ademanes, cómo veía la vida y sus movimientos en el escenario según iban pasando los años.

¿Cómo fue su cambio corporal para asemejarse a Celia?

Para hacer creíble la caracterización tuve que aumentar 25 libras (casi doce kilos), porque las mujeres eran más llenitas en la década de 1950 y necesitaba que mis brazos se vieran gorditos y no tonificados, además me pusieron una prótesis dental para igualar a los de ella.

¿Se parece Jeimy a Celia?

¡Por supuesto! (risas) Somos alegres, luchadoras, perseverantes y llevamos la salsa en las venas. Me la paso cantando en todas partes.

¿Qué significa para usted llevar el legado de ‘Celia’ a la televisión?

Es un compromiso grande. Es inspiracional. Celia es un ejemplo de constancia, perseverancia, superación, que nos enseñó a cultivar el amor familiar, a mantener los pies en la tierra  y a mantener viva la esencia de su país. Ella confió en Dios y en su talento, eso fue lo que le abrió las puertas a cada lugar que fue y la gente la amó.  

¿Cuánta azúcar tiene Jeimy?

No tanta como ella. No le llego ni a los tobillos a Celia Cruz (risas), pero tengo mucho amor en el corazón.

¿Cómo fue trabajar con Aymée Nuviola?

Aymeé es una maestra, un ejemplo de lo que yo quiero ser cuando sea grande. Quiero ser cantante como Aymée y como Celia si me lo permite la vida.

Su primer trabajo en televisión fue en ‘Una maid en Manhattan’ ¿Qué recuerda de eso?

Ese fue mi primer proyecto como telenovela y allí pude tener conciencia de lo que es un equipo de trabajo en televisión y todo lo relacionado con la producción, vestuario, escenografía, maquillaje, etc. Fue una experiencia enriquecedora.

¿Qué significa Colombia en su carrera?

Colombia es una casa, un hogar, representa la palabra familia para mí. Llegué aquí sin nadie, pero según fui grabando y creciendo con este personaje, este país me fue llenando de gente maravillosa a mi alrededor. Le debo mucho a Colombia.

Alicia Pepe Vides | alicia.pepe@laopinion.com.co