Desde hace tres años el geólogo Ricardo José Lozano ha estado a la cabeza del Ideam, el instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales que ha tenido que prevenir al país frente a la llegada de fenómenos climáticos como el Niño y la Niña.

Tras el paso de la última Niña el reto de Lozano es generar pronósticos del clima más locales, a través del uso de radares, así como ampliar la planta de profesionales en hidrología y meteorología, para generar informes que les permita a los mandatarios locales actuar más rápidamente.

El director del Ideam habló en exclusiva para Colprensa sobre este tema, el panorama del país ante la segunda temporada invernal y sobre la posibilidad de crear la Agencia Nacional Espacial, liderada por el Vicepresidente de la República, Angelino Garzón, desde donde se contaría con un satélite propio para tener imágenes del país cuando se necesiten.
 
ZONAS VULNERABLES
¿El país está preparado para afrontar la segunda temporada invernal, con lluvias por encima del promedio?

Uno de los principios en el tema de riesgo es que se deben hacer análisis locales, por región, casi barriales de esa vulnerabilidad. Tenemos que entender que somos un país tropical, de lluvias permanentes, porque no tenemos estaciones. Vivimos un fenómeno excepcional, como fue el fenómeno de la Niña, que nos trajo lluvias 6 y 7 veces por encima de lo normal. Cuando la lluvia cae, no toda el agua se evapora, el 60% se escurre y el 40% se captura en la roca, y eso depende del grado de porosidad de la misma. Por eso decimos que esa vulnerabilidad del territorio está latente con estas lluvias normales sin fenómeno de La Niña.
 
¿Las zonas vulnerables son las mismas que se vieron afectadas la temporada de lluvias pasada?

Toda Colombia está atravesada por fallas y fracturas, por allí  también se infiltra el agua y se llenan los uelos. Si le sumamos la cantidad de agua que caerá, hay una alta vulnerabilidad de deslizamientos en los departamentos de la región Andina: Norte de Santander, Santander, Boyacá, Cundinamarca, Tolima, Huila, Cauca, Valle del Cauca, los del eje Cafetero y Antioquia.
 
¿La región Caribe será la más afectada, como sucedió el año pasado para el mismo periodo?

Está lloviendo en la región Caribe desde que comenzó la temporada de lluvias en junio. Cuando llueve en el centro del país comienza a crecer el río Magdalena y empiezan a verse los impactos en el Caribe. Además, la vulnerabilidad de la región también está influenciada por la temporada de huracanes que vienen de las costas del Atlántico del África.  
 
ADAPTACIÓN
 
Qué necesita el país para adaptarse a la variabilidad climática y al cambio climático?
Tenemos que aceptar que el clima cambió y aún más cuando empezaron a aparecer de manera más periódica e intensa fenómenos como el Niño y la Niña. El desarrollo del país depende del clima, es el principal factor.
 
¿Cuándo podemos empezar en forma con el tema de adaptación, sobre todo si aún está lloviendo y si existe la posibilidad de que aparezca otra Niña?

Lo estamos haciendo hace más de diez años. Comenzamos identificando metodologías para definir el riesgo frente al cambio climático por aumento del nivel del mar. En este instante en la región Caribe y Pacífica el nivel está aumentando 3 milímetros cada año. Lo estamos monitoreando desde el Instituto. Tenemos un exceso de lluvias 5 o 6 veces por encima del promedio, pero qué estamos haciendo con esas lluvias, cómo las estamos aprovechando. Vienen los grandes aguaceros el agua se escurre y se va. Luego viene el Niño y la gente se queda sin agua. Una de las medidas fuertes es empezar a tomar decisiones serias en los territorios y municipios que históricamente se han inundado y que están ubicados en zonas de riesgo. Hay qué hacer los análisis de costo beneficio y tomar una decisión de si hay que reubicarlo o no, y eso obedece a estudios locales.
 
¿Este es el caso de la Mojana sucreña?

Buscamos que se haga ese análisis a nivel ecosistémico y de cuencas con el apoyo de las Corporaciones Autónomas. Por eso existen nodos regionales de implementación de medidas de adaptación del cambio climático, donde ellas se unen y se hace el análisis a nivel de ecosistemas, del territorio y de la cuenca. Eso pasa con la Mojana, por eso queremos que se haga ese ejercicio de determinar, con una base robusta de información lo que le pasa al río San Jorge y al río Cauca en esa dinámica de la Mojana, y luego mirar qué municipios, infraestructuras y cultivos están en ese territorio, para definir el riesgo y tomar medidas.
 
PROYECTOS
 
¿El Ideam tomó más fuerza tras el fenómeno de la Niña. ¿Qué proyectos se vienen para ustedes?

Necesitamos mayor presencia del Ideam en los municipios para hacer el análisis de vulnerabilidad. No van a estar solos los alcaldes y gobernadores en ese proceso, el Ideam los quiere acompañar y lo está haciendo.
Tenemos un programa que se llama el Ideam en las regiones, estuvimos en Cali y en Bucaramanga, seguimos con otras ciudades del Eje Cafetero y en Barranquilla, para que nos sentemos y miremos qué tenemos en el territorio y qué nos falta. Una de las necesidades importantes son los radares, para mejorar el pronóstico en los territorios. Lo hacemos desde Bogotá, pero necesitamos esos radares que nos permitan ir más allá en la precisión de grandes tormentas o de granizadas. Lo estamos haciendo de manera sinérgica, con la Aeronáutica Civil, que empezó a comprar unos radares y que vamos a compartir, para que no solo funcionen para los aeropuertos sino para los pronósticos de las regiones. La autoridad ambiental del área metropolitana de Medellín, junto con la Noaa norteamericana acaba de traer un radar a Colombia, y ellos han sugerido que el Ideam lo maneje y que la información pueda ser compartida para mejorar el pronóstico en el área metropolitana de Medellín. También queremos mejorar la tecnología que tenemos en muchas estaciones. Hoy día con las inundaciones en el río Magdalena se nos llevaron 26 estaciones, y las estamos reemplazando, a través del Fondo de Calamidades, por estaciones satelitales, que no solo nos mandan la información de las lluvias, sino también del nivel del río de manera inmediata.
 
Usted ha explicado que Colombia necesita un satélite propio. ¿Cuál sería su importancia para el instituto?
En las pasadas temporadas de lluvias, que fueron tan fuertes, el país no podía conocer con exactitud dónde se inundó, ni cuántas hectáreas habían sido afectadas. Solo con imágenes satelitales se puede responder de forma inmediata a ese tipo de preguntas. Por eso es tan importante para Colombia tener un satélite propio, para no tener que comprar imágenes a otros países. Para eso está el proyecto de crear la Agencia Nacional Espacial, liderada por el vicepresidente de la República, Angelino Garzón, donde estaríamos todas las entidades científicas, que usaríamos esas imágenes para poder interpretar lo que le sucede a Colombia.
 
¿Cuánto costaría?

No tengo la cifra exacta, porque hasta ahora se están haciendo los estudios. Había un proyecto para un satélite para comunicaciones. Por ahora se está trabajando en la Agencia.
 
Cuánto cuesta comprar esas imágenes satelitales a otros países cuando se necesitan?

Durante el periodo que duró el fenómeno de la Niña durante el 2010 y 2011 se compraron 30 imágenes.
Cada una costó 305 millones de pesos.
 
¿Cómo avanza el tema de adquirir otro mareógrafo para la Costa Caribe?

Existe un mareógrafo en Cartagena que es compartido con la Armada Nacional, pero queremos fortalecer más ese proceso, que es importante para trazar estrategias para disminuir la erosión y degradación de las costas. Se quiere tener más estaciones en diferentes puntos, no solo en Cartagena, sino en La Guajira, en Magdalena y en Atlántico.
 
Parece una labor compleja, ¿el instituto crecerá en personal y presupuesto para el 2012?

Uno de los retos que tenemos es aumentar los profesionales en los territorios en las  áreas operativas. Queremos tener más profesionales en hidrología, en dinámica hídrica, en meteorología en los principales territorios del país: Medellín, Cali, Barranquilla, Neiva, Ibagué, Bucaramanga, para tener más pronósticos locales, tener casi ‘Ideamnes’ en esos municipios.  Necesitamos ser más robustos en las regiones, con mayor presencia científica para determinar esos mapas que queremos tener a escala de 25 mil. Hoy el Ideam maneja una escala para mapas de 500 mil, pero ahora queremos que los municipios tengan mapas muy locales. El presupuesto que tuvimos para el 2011 fue de 45 mil millones de pesos y para el 2012 tendremos 49 mil millones. Hoy trabajan para el Ideam 453 personas, de los cuales 148 son profesionales, 234 técnicos y 71 del grupo asistencial. Queremos duplicar el número de personal profesional para las regiones.