Luego de conocerse la recomendación hecha por el Ministerio de Salud de suspender las fumigaciones con glifosato por aspersión aérea para la erradicación de cultivos ilícitos, debido a que esta sustancia puede producir problemas en el organismo humano como cáncer, surgen algunos interrogantes sobre cuáles serían los tipos de esa enfermedad que puede causar esta sustancia.

De acuerdo con el ministro Alejandro Gaviria, “la decisión se da luego de conocer un estudio de un panel de expertos de la Agencia Internacional para la Reinvestigación en Cáncer (Iarc, por su nombre en inglés) donde hace una clasificación de cinco plaguicidas, entre ellos el glifosato”.

“Allí lo clasifican en el grupo 2A, esto significa que es probablemente carcinogénico, es decir, hay suficiente evidencia de que el glifosato produce cáncer en experimentos controlados con animales y evidencia limitada, pero también importante en los seres humanos. Además, reiteró que hay un acto de la Corte Constitucional donde ordena la suspensión de este plaguicida”, explicó Gaviria.

Aunque en Colombia no hay un estudio que compruebe la relación científica, la cartera ministerial se adelanta en prevenir algún tipo de enfermedad y se basa en la evidencia internacional, ya que ha sido una recolección de todos los estudios hecha por la Iarc, organización que los lleva a un comité de 17 expertos en cáncer y en base en el estudio definen si se clasifica o no.

“Es un estudio más fuerte que si se hace en Colombia. Por eso es que esto es un hecho sobreviniente que nos hace cambiar la decisión que tenía el ministerio hacia una recomendación de suspender las fumigaciones”, expresó a Colprensa el viceministro de Salud, Fernando Ruiz.

Los efectos

Según el viceministro Ruíz, existen diferentes efectos que puede producir el glifosato. Los estudios que se han hecho y que recoge la Organización Mundial de la Salud (OMS) infieren tienen una probabilidad de generar cuatro tipos de cáncer: hepático, de páncreas, riñón y linfoma.

Sin embargo, Ruíz aclara que este tipo de evidencias fueron practicadas en animales de experimentación, por lo que “la categoría en la que fue clasificada el glifosato habla de que hay evidencia cierta en animales de laboratorios, pero evidencia incompleta en los humanos”.

Por otro lado, un informe de Greenpeace, elaborado en Argentina, explica que los impactos que esta sustancia tiene en la salud humana han sido vinculados a varios efectos crónicos: reproductivos (defectos de nacimiento), cáncer, neurológicos (incluso implicado en causar el mal de Parkinson), y efectos agudos por el uso directo del producto por los agricultores o por la exposición de los habitantes.

Ese informe también refleja la preocupación de que los defectos congénitos experimentados por mujeres puedan ser consecuencia de su exposición al glifosato utilizado en cultivos de soja y arroz transgénicos.

El texto indica que estudios científicos demuestran el potencial del glifosato para interrumpir la reproducción, por su capacidad de causar daño mitocondrial, necrosis y muerte celular en células embrionarias y placentarias; y de causar alteraciones endocrinas, incluyendo la interrupción en la producción de progesterona y estrógenos, y el retraso en la pubertad masculina.

La venta

En cuanto a la venta de este producto, Fernando Ruiz confirmó que el uso comercial no se afectará, pero que de igual manera se espera que el Gobierno nacional apruebe la recomendación por los riesgos que causa a la salud.

Según el viceministro, la diferencia entre los dos sistemas, el uso comercial y el de la aspersión, es que “la persona no tiene la autonomía si usa o no el glifosato, sino que está expuesto desde la aspersión, y en esto es donde entra a primar el principio de precaución, en el que estamos diciendo que la persona debe tener la autonomía de si lo usa o no lo usa”.

Es por esto que el uso comercial simplemente se deberá realizar la advertencia en las etiquetas del riesgo que existe sobre la generación de cáncer en los humanos.

En desacuerdo

Tras el anuncio por parte del Ministerio de Salud, el actual subsecretario para Asuntos Antinarcóticos de Estados Unidos, William Brownfield, mostró su fuerte defensa contra la herbicida.

Brownfield asegura que su Gobierno tiene suficientes evidencias científicas para demostrar que este producto no produce cáncer, como asegura la Organización Mundial de la Salud y, además, conminó al Gobierno colombiano a sostener los actuales programas antinarcóticos, incluyendo la interdicción aérea, por lo menos hasta que llegue un eventual acuerdo final en los diálogos de La Habana.