El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy anunció su candidatura a las elecciones presidenciales de 2017 en un libro que saldrá a la venta el miércoles, indicó este lunes a la AFP su entorno.
       
"He decidido ser candidato a las elecciones presidenciales de 2017", escribió Sarkozy, quien fue derrotado por François Hollande en 2012, en su libro "Tout pour la France" (Todo para Francia).
       
"Este libro es el punto de partida", comenta Sarkozy en la red social Twitter, donde puede encontrarse el texto de la declaración. El expresidente deberá previamente presentarse a la primaria de su formación política.
       
A sus 61 años de edad, Sarkozy, cuyo discurso al igual que su estilo dividen profundamente a los franceses, podría nuevamente enfrentarse al socialista Hollande, quien le birló la presidencia en 2012. No obstante, este último aún no es candidato oficial del Partido Socialista (PSF).
       
Antes de esta posible revancha, Sarkozy deberá imponerse en el seno de su partido, Los Republicanos.
       
Otras 12 personalidades planean presentarse a estas elecciones primarias de la derecha, que tendrán lugar los días 20 y 27 de noviembre. Entre éstas, destaca el ex primer ministro y actual alcalde de Burdeos (suroeste), Alain Juppé, considerado favorito por delante de Sarkozy.
       
Casado con la exmodelo y cantante de origen italiano Carla Bruni, con la cual tuvo una hija durante su mandato, Sarkozy se había retirado de la vida política tras su derrota electoral, para entonces recorrer el mundo brindando conferencias muy bien remuneradas.
       
Sin embargo, no tardó en regresar a la política, retomando las riendas del principal partido de la oposición de derecha, rebautizado Los Republicanos en la ocasión. Desde entonces, no ocultó sus ansias de revancha.
       
Pero, además de la rivalidad planteada por Juppé, el expresidente tiene que enfrentar obstáculos judiciales en su nueva carrera hacia El Elíseo. Acusado en varios casos vinculados a la financiación de su campaña política en 2012, pende sobre él la amenaza de un eventual juicio.

París | AF