El presidente Barack Obama llegó el lunes a Laos, siendo el primer jefe de estado norteamericano en visitar esa aislada nación del sudeste asiático.

Obama llegó a la capital, Vientiane, para una visita de tres días que busca dar por cerrado un capítulo oscuro en la historia de las relaciones entre las dos naciones. Partió desde Hangzhou, China, donde asistía a la cumbre del Grupo de los 20.

Varios gobernantes arribarán al país de 7 millones de habitantes donde un estado comunista unipartidista ejerce un control rígido sobre la expresión pública, pero que está aprovechando el momento como anfitrión de la cumbre anual de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático para abrirse al mundo.

Esta será probablemente la última visita presidencial de Obama al sudeste asiático, una región a la que ha prestado gran atención durante su mandato.

Sus visitas a rincones poco frecuentados del Pacífico asiático han sido un aspecto central de su estrategia para contrarrestar la dominación creciente de China en la región.

Al fortalecer las relaciones diplomáticas con Vietnam, Camboya y Mianmar, el gobierno de Obama ha dicho que quiere competir con China por la influencia y el acceso a los mercados en su propio patio trasero.

En Laos, Obama enfrentará los fantasmas del pasado estadounidense en la región.

En los años 60 y 70, Estados Unidos lanzó toneladas de bombas sobre aldeas y campos laosianos cuando la guerra de Vietnam cruzó las fronteras. El gobierno laosiano calcula que cayeron más de 2 millones de explosivos lanzados por medio millón de misiones, lo que equivale a una bomba cada ocho minutos durante nueve años.

Unas 80 millones de bombas de racimo no explotaron. Los artefactos del tamaño de pelotas de tenis quedaron regados por los campos, donde lesionan o matan a gente que no sospecha de su presencia.

Obama planea reconocer esta historia y cómo ha perjudicado el desarrollo, el turismo y la agricultura de Laos. Prevé anunciar mayor ayuda para recoger material explosivo a cambio de ayuda del gobierno laosiano para identificar a soldados estadounidenses desaparecidos o muertos.

Obama dijo en China antes de partir que el trabajo diplomático en asuntos derivados de la guerra será “una muestra de buena voluntad de parte del país y una manera de avanzar hacia una nueva etapa de la relación”.

Vientiane | AP