El Congreso de Perú sancionó este sábado con una suspensión por 120 días de sus funciones al legislador Moisés Mamani, acusado de "tocamientos indebidos" a una azafata de la compañía Latam.

Durante el debate, la legisladora Paloma Noceda denunció, ante la sorpresa general, haber sido víctima en el recinto parlamentario de "tocamientos asquerosos" por parte de otro congresista cuyo nombre omitió revelar.

Un total de 94 congresistas votaron a favor de la sanción a Mamani y dos se abstuvieron al cierre de la sesión extraordinaria donde debatieron el informe de la comisión de Ética que propuso suspender 120 días a Mamani, del partido Fuerza Popular, que lidera Keiko Fujimori.

Mamani niega las acusaciones y admite un roce involuntario con la azafata de Latam, como consecuencia de un mareo que sufrió en el  avión por la diabetes que alega padecer.

El incidente, que ya investiga la fiscalía tras la denuncia de la víctima, una tripulante brasileña, se produjo el 14 de noviembre durante el abordaje de un vuelo doméstico de Juliaca a Lima. 

A raíz de ello, el capitán de la aeronave hizo desembarcar al congresista. Latam Perú es filial de la aerolínea chileno-brasileña Latam.

La atención del debate sabatino tuvo un giro brusco cuando la congresista no agrupada Paloma Noceda, al respaldar la sanción relató que ella misma había sido víctima de acoso por parte de otro integrante de la bancada fujimorista. 

Según Noceda, en una ocasión sufrió "un masaje asqueroso en el cuello" que le provocó "repulsión, asco y vómitos" durante una sesión del parlamento.

Mamani, de 49 años, es un polémico político aymara de la región andina de Puno, junto al lago Titicaca. 

Ganó notoriedad en marzo cuando acusó a su colega Kenji Fujimori de haber intentado comprar su voto para salvar de la destitución al entonces presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski, quien renunció dos días después.

Con un video grabado subrepticiamente por Mamani como evidencia, en junio el Congreso despojó de su banca parlamentaria a Kenji, quien se disputaba el legado político de su padre, el expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), con su hermana mayor Keiko, la jefa del partido Fuerza Popular, ahora encarcelada.