El Pentágono advirtió este jueves al presidente sirio, Bashar al Assad, que no lleve a cabo una ofensiva contra las fuerzas kurdas respaldadas por Estados Unidos que controlan el noreste del país.
   
"Cualquier parte interesada en Siria debe entender que atacar a las fuerzas estadounidenses o a nuestros socios de la coalición será una mala política", dijo el teniente general Kenneth McKenzie, director del comando conjunto, durante una conferencia de prensa.
   
Sus comentarios se produjeron después de que Assad le dijera a la cadena de televisión rusa RT que no dudaría en usar la fuerza para retomar el tercio del país en manos de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF).
   
"El único problema que queda en Siria es el SDF", le dijo el presidente al canal ruso, y agregó que veía para ello "dos opciones".
   
"El primero: comenzamos ahora a abrir las puertas para las negociaciones. Como la mayoría de ellos son sirios, supuestamente les gusta su país, no les gusta ser marionetas de ningún extranjero", declaró Asad en inglés.
   
"Tenemos una opción, vivir entre nosotros como sirios. Si no, vamos a liberar esas áreas por la fuerza".
   
El SDF, controlado por la milicia de una autoproclamada administración autónoma kurda, cuenta con el apoyo aéreo de la coalición encabezada por Estados Unidos contra el grupo Estado Islámico y así mismo con el respaldo de las fuerzas especiales estadounidenses y francesas sobre el terreno.
   
Tanto el SDF como las tropas sirias respaldadas por Rusia están involucradas en operaciones separadas contra el EI en el este de Siria, creando una situación altamente volátil, donde los mecanismos de descompresión ya han sido probados varias veces.
   
El SDF ha chocado con los combatientes del régimen sirio en el terreno, y la coalición ha bombardeado a las fuerzas del gobierno de Assad y sus aliados en múltiples ocasiones.