La Isla de la Juventud, en el suroeste de Cuba, registró aproximadamente 1.200 abortos frente a 900 nacimientos el año pasado, informaron este jueves medios oficiales, que atribuyeron el dato principalmente a la falta de concienciación de los jóvenes.

A la cifra de interrupciones del embarazo en esta región, específicamente un tercio mayor que la de nacimientos, se suman otros 1.500 casos de "regulación menstrual", un procedimiento menos invasivo que consiste en aspirar el útero en un plazo de hasta las seis semanas de un posible embarazo.

La incidencia de abortos en la Isla de la Juventud, donde viven unas 85.000 personas, responde al "desconocimiento" de sus efectos negativos por parte de sectores de la población, "sobre todo en las adolescentes", explicó a la estatal Agencia Cubana de Noticias el jefe de servicios de ginecoobstetricia del Hospital General Docente Héroes del Baire, Abel García Valdés.

El doctor sugirió que hay personas que usan el aborto -legal y gratuito en Cuba- como método anticonceptivo, lo que provoca efectos adversos sobre la salud reproductiva de las mujeres.

Esta práctica "es la primera causa de infertilidad en la mujer, cuyas consecuencias aparecen después de los 35 años, cuando se ven imposibilitadas de tener hijos", indicó el especialista.

Para solucionar el problema, García Valdés destacó la necesidad de "hacer estudios multidisciplinarios sobre el tema" con la colaboración de los actores sociales vinculados a la atención a las mujeres.

Cuba registró en 2016 (último dato disponible de la Oficina Nacional de Estadística) una tasa de mortalidad materna a causa del aborto de 4,3 por cada 100.000 nacidos vivos, aunque específicamente en la Isla de la Juventud no se registraron fallecimientos por este motivo.

El aborto está permitido en las instituciones del sistema de salud pública de Cuba desde 1965 -el país es uno de los pioneros en América Latina en este ámbito- como un derecho de la mujer a disponer de una manera segura y legal de detener el embarazo.

Es gratuito y para realizarlo está establecido como período máximo la décima semana de embarazo, ya que a partir de ese momento solo se practica por razones de salud.