Tras el apoyo recibido por más de 7 millones de colombianos en las pasadas elecciones presidenciales, Juan Manuel Santos Calderón –que se posesionó ayer para iniciar su segundo mandato-  tiene varios compromisos y retos con el objetivo de ayudar a la recuperación de la economía de Norte de Santander.

Aunque desde el 2010, cuando inició su primer periodo presidencial, Santos ha hecho esfuerzos por reducir el desempleo en todo el país, hasta llevarlo a un solo dígito y dejarlo en junio de este año en 9,2%, las cosas en Norte de Santander han sido diferentes. En estos últimos cuatro años el departamento se ha caracterizado por tener una de las tasas de desempleo e informalidad más altas de todo el país.

Un ejemplo de ello es que en el último informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), correspondiente al sexto mes del año, Cúcuta y su área metropolitana, registraron una tasa de desempleo del 14,9%, liderando el índice a nivel nacional. Mientras que la cifra de informalidad laboral, que hace referencia a personas con empleo pero que no reciben el pago de las prestaciones sociales, llegó en mayo al 69,1%, también entre los tres índices más altos.

Uno de los problemas del Gobierno para enfrentar esta falta de empleo en la región está ligada a la crisis económica que se desató en el departamento tras la caída de la cotización del bolívar fuerte que pasó de estar a $253 en el 2010 hasta llegar a $23, la más baja este año.

Una de las estrategias usadas por el gobierno de Santos para reactivar el comercio y la industria del departamento ha sido los créditos con tasas especiales a través del Banco de Desarrollo Empresarial y Comercio Exterior de Colombia (Bancóldex), los cuales suman cerca de $250.000 millones entre el 2013 y el 2014.

Precisamente, fue en el segundo semestre del 2013 cuando empezó el desembolso de estos recursos que el índice de desempleo estuvo entre el 12% y el 13%, las estadísticas más bajas de los últimos años.

Sin embargo, aunque la estrategia fue buena, no ha tenido el impacto requerido, principalmente porque la mayoría de los recursos los han usado los empresarios para pagar sus deudas y no para modernizarse y generar nuevos empleos, explicó Jaime Garbiras Gómez, presidente de la Fundempresas.

La construcción de más de 4.000 Viviendas de Interés Prioritarios (VIP) en el departamento ha permitido el desarrollo del sector de la construcción, ayudando a enfrentar la cifra creciente del desempleo. Sin embargo, algunos representantes gremiales de Norte de Santander han manifestado que la asignación de viviendas gratis no es suficiente para las necesidades existentes y tienen ahora todas sus expectativas puestas en el desarrollo de proyectos del programa de Vivienda Para Ahorradores (Vipa).  

En lo que concierne al Producto Interno Bruto (PIB), el comportamiento de la economía regional no ha variado sustancialmente, oscilando entre 1,1% y 1,7%, porcentaje que, sin embargo, es inferior al promedio nacional que ha estado entre el 4% y el 6%.

En ese sentido, el valor monetario de la producción de bienes y servicios en esta zona del país pasó de $7,43 billones en el 2011 a $7,56 billones en el 2012.

Proyectos pendientes

La gestión del gobierno del presidente Santos permitió que en estos cuatro años se suscribieran acuerdos que se esperan impulsen el desarrollo económico y social del departamento.

En este sentido, una de las principales expectativas está puesta sobre la reconstrucción de Gramalote, un proyecto que ha sido muy criticado por las demoras. Actualmente, el predio donde se edificará el pueblo ya se adquirió y se aprobaron los diseños, pero aún no inicia la ejecución de las obras, para las que ya hay destinados $186.000 millones.

Otro de las obras más esperadas es la construcción del Acueducto Metropolitano, que contará con una inversión de $338.000 millones, recursos que se garantizaron con la firma de un Conpes. El plan de inversiones del proyecto estará financiado en un 56% por Ecopetrol, un 30% por la Nación y el 15% restante por la Gobernación de Norte de Santander.  

Una de las iniciativas más mediáticas en el departamento fue el del Centro de Convenciones, para el que hay un presupuesto de $5.000 millones aprobado por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.

A esto hay que sumarle los avances que se requieren en infraestructura vial (primaria, secundaria y terciaria), así como la reducción del contrabando, que afecta a diferentes sectores productivos.

El presidente colombiano, junto con las autoridades locales, tiene una ardua tarea para ayudar a la región a salir de la grave crisis económica en que se encuentra.