British Airways canceló el sábado todos sus vuelos desde los aeropuertos londinenses de Heathrow y Gatwick debido a un apagón global en sus sistemas informáticos, lo que frustró las vacaciones de decenas de miles de pasajeros en un ajetreado fin de semana alargado por un día festivo nacional.
      
La aerolínea dijo que sufrió una "interrupción grave en los sistemas de TI" _las iniciales de tecnologías de información_ que afectó sus redes informáticas en todo el mundo. 
       
British Airways no precisó la causa del problema, pero dijo que no había pruebas de un ciberataque. BA opera cientos de vuelos desde ambos aeropuertos londinenses en un día típico. Ambos son centros principales de transferencia para viajes a todo el mundo. 
      
Varias horas después de que los problemas comenzaran a surgir el sábado por la mañana, BA suspendió los vuelos hasta las 6 de la tarde (1700GMT), alegando que los dos aeropuertos quedaron muy congestionados. Más tarde la aerolínea también canceló los vuelos desde Heathrow y Gatwick para el resto del día. Pidió a los pasajeros que se abstuvieran de ir a ambos aeropuertos. 
       
Los pasajeros en Heathrow reportaron colas largas en los mostradores de documentación y falta de información en el sitio web de la aerolínea y en su aplicación móvil. BA dijo que la falla también afectó a sus centros de llamadas telefónicas. 
       
British Airways dijo que estaba trabajando para restaurar los servicios desde Heathrow y Gatwick a partir del domingo, aunque agregó que habrá todavía algunas interrupciones. Dijo esperar que los vuelos de larga distancia enlazados con Londres llegaran el domingo puntualmente. 
       
Un pasajero publicó una foto en Twitter de personal de British Airways escribiendo números de puerta de abordaje en una pizarra. 
       
"Hemos tratado en todas las máquinas de autorregistro y ninguna funcionaba, excepto una", dijo Terry Page, quien tenía un vuelo reservado a Texas. "Había una cola enorme en la máquina", pero luego dejó de funcionar también, agregó. 
       
El problema ocurrió en un fin de semana alargado, cuando miles de británicos aprovechan para viajar.