El Vaticano criticó este miércoles la decisión de Estados Unidos de dejar de considerar ilegales las colonias israelíes y se unió a las opiniones adversas internacionales acerca de este cambio de política.

Sin nombrar a Estados Unidos, la Santa Sede aseguró en un comunicado que "las recientes decisiones amenazan con socavar aún más el proceso de paz israelí-palestino y la ya frágil estabilidad regional", sostiene la nota.

"La Santa Sede reitera su posición sobre la solución de dos Estados para dos pueblos, como única manera de llegar a una solución definitiva de este conflicto de larga data", subraya el comunicado.

El lunes, el secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo, anunció que Estados Unidos ya no considera que las colonias israelíes en territorios palestinos sean "incompatibles con el derecho internacional". 

La declaración coloca a Washington en desacuerdo con prácticamente todos los países y con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

Los tribunales de Israel han declarado legales la mayoría de los asentamientos. Más de 600.000 israelíes viven en asentamientos en el este de Jerusalén y Cisjordania junto con más de tres millones de palestinos. 

Los asentamientos siguen siendo uno de los temas más espinosos en el conflicto israelí-palestino.

La Santa Sede reiteró que apoya el derecho de Israel a vivir en paz y seguridad dentro de las fronteras reconocidas por la comunidad internacional, y que apoya el mismo derecho para el pueblo palestino, "que debe ser reconocido, respetado y aplicado".

Israel ha acogido con beneplácito la decisión de Estados Unidos, y el primer ministro Benjamin Netanyahu aseguró que estaba "muy conmovido" por el anuncio de Pompeo. 

Netanyahu dijo que Estados Unidos corrigió "un error histórico".

El papa Francisco, que inició el miércoles una visita a Asia que incluye Tailandia y Japón, no ha abordado directamente el tema.

El comunicado del Vaticano se concluye con una invitación a las dos partes para que "negocien directamente entre sí, con el apoyo de la comunidad internacional y en cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas" para que "lleguen a un compromiso justo que tenga en cuenta las legítimas aspiraciones de los dos pueblos".