Según el Ministerio de Interior italiano, el número de migrantes que desembarcaron en las costas italianas en 2019 se redujo a la mitad en comparación con el año anterior.

Las llegadas durante el año que termina ascendieron a 11.439, es decir, un 50,72% menos que en 2018, cuando esa cifra fue de 23.210, según los datos del ministerio comunicados el miércoles.

La bajada es aún mayor (-90,38%) si se comparan las cifras de este año con las de 2017, cuando 118.914 migrantes desembarcaron en las costas de la península.

Los migrantes llegados en 2019 fueron, en primer lugar, tunecinos (2.654), seguidos de los pakistaníes (1.180) y de los oriundos de Costa de Marfil (1.135). 

De ellos, 1.618 eran menores no acompañados, aproximadamente 1.000 menos que en 2018 y unos 14.000 menos que en 2017.

Italia estuvo dirigida entre junio de 2018 y agosto de 2019 por una coalición formada por el Movimiento 5 Estrellas (M5E, antisistema) y la Liga (ultraderecha) del nacionalista Matteo Salvini, que era ministro de Interior.

Este último puso en marcha una estricta política migratoria mediante la adopción de un decreto que preveía fuertes multas para los barcos de salvamento de oenegés en el Mediterráneo, y hasta diez años de prisión para sus comandantes en caso de resistencia a la autoridad.

El nuevo gobierno, constituido este verano, está formado por el centroizquierda y el M5E, y firmó en Malta en septiembre un acuerdo con varios países de la Unión Europea (incluyendo a Francia y Alemania) que prevé un reparto automático de los migrantes que lleguen a Malta o Italia.