La Fiscalía de Bolivia detuvo este viernes a un funcionario de la empresa aeroportuaria estatal Aasana por no observar el plan de vuelo del avión LaMia que se accidentó en Colombia, en noviembre, en el que viajaba el plantel del club brasileño Chapecoense.

"El Ministerio Público ordenó la aprehensión de Miguel Teodovich Ponce, sindicado de incumplir lo establecido en el manual de funciones de la Dirección General de Aeronáutica Civil", señaló la Fiscalía General en un comunicado enviado a la AFP.

Acotó que Teodovich, "como Supervisor de Tránsito Aéreo de la Administración de Aeropuertos y Servicios a la Navegación Aérea (Aasana), no observó todo lo referente a un plan de vuelo internacional de transporte de pasajeros".

Teodovich es el jefe superior de la funcionaria de Aasana Celia Castedo, quien hizo observaciones al plan de vuelo del avión. 

Castedo huyó a Brasil a principios de diciembre pasado, arguyendo que sus superiores la presionaron para cambiar un informe que elaboró tras el siniestro y en el que detalló que había objetado el vuelo y que la tripulación desoyó sus opiniones.

Una investigación de las autoridades aeronáuticas colombianas estableció que la aeronave tenía combustible limitado para cubrir la ruta entre la ciudad boliviana de Santa Cruz y el aeropuerto José María Córdova de Rionegro, que sirve a Medellín.

Hasta la fecha, el gobierno boliviano estableció que la responsabilidad del siniestro recae en la empresa LaMia y en el fallecido piloto Miguel Quiroga por planificar un viaje sin cumplir con las exigencias de seguridad, además de una docena de funcionarios de Aasana y la gubernamental Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

La Fiscalía confirmó que, en lo que va de la investigación, fueron detenidos Gustavo Vargas Gamboa, exmilitar y gerente general de LaMia, y su hijo Gustavo Vargas Villegas, quien se encargaba del registro aeronáutico en la DGAC.

El 29 de noviembre, un BA-146 modelo RJ85 de LaMia cayó cerca de Medellín, Colombia, y en el accidente murieron 71 de las 77 personas que iban a bordo, entre ellas, 19 jugadores del club Chapecoense de Brasil, así como directivos del club y periodistas brasileños.

El Chapecoense debía disputar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana, ante el Atlético Nacional.