El presidente de Cuba, Raúl Castro, defendió el jueves a su aliado venezolano Nicolás Maduro, que enfrenta intensas protestas desde hace dos meses, y llamó a "denunciar y detener la agresión" que a su juicio intenta derrocarlo.

"Es necesario denunciar y detener la agresión que sufre la hermana nación (...), todo ello dirigido al derrocamiento del gobierno constitucional electo por los venezolanos", dijo Castro al clausurar una sesión extraordinaria del Parlamento.

Señaló que "intereses políticos y económicos imperialistas tratan de impedir el ejercicio de la libre determinación por parte de su pueblo".

Venezuela es el principal aliado económico y político de Cuba, una relación sellada por sus líderes ya fallecidos Fidel Castro y Hugo Chávez a inicios de este siglo.

"A las arbitrarias e injustas sanciones unilaterales estadounidenses se une la intervención en sus asuntos internos por parte de la OEA y de varios gobiernos, la difamación y la manipulación grosera de la realidad", enfatizó Raúl Castro.

En la misma sesión, la unicameral Asamblea Nacional (Parlamento) cubana emitió una declaración convocando "a los legisladores y parlamentos del mundo a mantener en alto la solidaridad con Venezuela".

"Demandamos respeto al derecho legítimo del pueblo venezolano a seguir construyendo el modelo social que impulsa la Revolución Bolivariana, a la vez que reconocemos los esfuerzos del gobierno para que prevalezcan el entendimiento y la paz", dijeron los diputados cubanos.

Sumida en una profunda crisis económica, Venezuela vive hace dos meses una ola de protestas opositoras contra Maduro que exigen su salida del poder a través de elecciones generales y rechazan su plan de instalar una controvertida Asamblea Constituyente.

Las protestas han dejado 60 muertos y más de un millar de heridos, según la Fiscalía. Cerca de 3.000 personas han sido detenidas, de acuerdo con la ONG Foro Penal.