Analistas internacionales como Arturo López-Levy, académico cubano de la Universidad de Texas Valle del Río Grande, opinan que el presidente Trump debe revisar su decisión sobre la política migratoria con Cuba.

“Todo lo que se haga por órdenes presidenciales es legalmente reversible, la cuestión es si es reversible políticamente”, apuntó López-Levy.

Para el académico cubano Jesús Arboleya “es de suponer que Donald Trump vea con buenos ojos” la decisión de Obama, porque su discurso es frenar por todos los medios la emigración ilegal.

“No necesariamente una política anticubana de Trump tendrá que revertir esta parte del tema migratorio, todo lo contrario”, comentó por su parte Antonio Aja, director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana.

Aja sostiene que no obstante la decisión de Obama, esta se inscribe en la lógica de la política migratoria esbozada por Trump, quien prometió construir un muro con México para frenar la inmigración ilegal.

Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de la Florida, coincide en que la eliminación de la política “encaja” con el discurso de Trump.

“Al mismo tiempo, Trump tiene que contar con los representantes electos de la comunidad cubanoamericana, la mayoría de los cuales ha criticado la eliminación de la política de pies secos/pies mojados”, pero han pedido su revisión “para asegurarse de que solo los refugiados políticos puedan beneficiarse de dicho trato”, declaró Duany.

En ese sentido, López-Levy apunta con ironía que “Obama ha terminado por darle a los cubanos de derecha y a Trump de la propia medicina que estaban pidiendo”.

“Si Trump revierte la política ‘pies secos/pies mojados’ puede desatar una estampida migratoria; si cancela el programa de los médicos, Cuba puede cancelar su aceptación de los deportados”, advirtió López-Levy, quien agregó que lo mejor sería mantener tal cual el acuerdo.