La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos se declaró el lunes "consternada" por la ejecución este fin de semana del opositor iraní Ruhollah Zam, y denunció el recurso "creciente y alarmante" de Irán a la pena de muerte.

"Estoy consternada" declaró Michelle Bachelet en una declaración enviada a los medios, en la que señala que la pena de muerte es "simplemente inconciliable con la dignidad humana" y "a menudo demasiado arbitraria".

"Su condena a muerte y su ejecución por ahorcamiento son emblemáticos de un esquema de confesiones forzadas obtenidas por la tortura y divulgadas en los medios estatales, que sirven de base para condenar a personas" reaccionó.

Además, agregó, hay "serias preocupaciones de que el arresto de Zam fuera del territorio iraní pueda equivaler a un secuestro y de que su posterior traslado para ser juzgado no respetara las garantías de un procedimiento legal".

Ruhollah Zam, calificado como "periodista y disidente" por la oenegé de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional, fue ahorcado el sábado.

Había sido declarado culpable de haber desempeñado un papel activo (a través de la cadena Amadnews que dirigía en la plataforma de mensajería Telegram) en las protestas del invierno 2017-2018 en Irán. 

Zam vivió exiliado varios años en Francia, donde tenía el estatus de refugiado, antes de ser detenido por los Guardias de la Revolución, en circunstancias poco claras.

Su arresto se anunció en octubre de 2019, pero Irán no precisó el lugar ni la fecha. La oenegé Reporteros Sin Fronteras acusó al régimen de Teherán de haberlo secuestrado cuando se encontraba en Irak.

En su declaración, Michelle Bachelet exhortó a las autoridades iraníes a "cesar inmediatamente su recurso alarmante y creciente a la pena de muerte y a olas de acusaciones de seguridad nacional para reprimir las voces independientes y la disidencia en Irán".