Los alumnos de todas las escuelas de Río de Janeiro tendrán que usar uniformes que indiquen sus tipos sanguíneos y el factor Rh, según determina una ley aprobada por el Concejo municipal y que el alcalde de esta ciudad brasileña, Marcelo Crivella, intentó vetar infructuosamente.

Las informaciones sanguíneas, que podrán facilitar la atención médica en casos de urgencia, tendrán que estar en la parte superior derecha del uniforme de los estudiantes, sea una camiseta o un jersey, y podrán ser pintados o bordados de cualquier forma, siempre que sean permanentes, de acuerdo con la nueva legislación municipal.

La ley fue aprobada en marzo de 2016 por la Cámara Municipal, aunque la Alcaldía recurrió a la Justicia para intentar derrumbarla con el argumento de que viola el principio de separación de los poderes y crea un vicio de iniciativa, es decir, que da nuevas tareas al Poder Ejecutivo.

Según trascendió hoy, el Órgano Especial del Tribunal de Justicia del Estado de Río de Janeiro que analizó el recurso de la alcaldía decidió la semana pasada que no hay ninguna inconstitucionalidad en la nueva normativa y que ya puede ser aplicada.

El juez Gabriel de Oliveira Zéfiro, instructor del caso, aseguró que aunque la norma cause gastos en la administración pública, no generará nuevas atribuciones a la Alcaldía, que ya tiene el papel constitucional de garantizar protección a los niños y adolescentes, y consideró el recurso de la municipalidad como improcedente.

Según el magistrado, la identificación del tipo sanguíneo es necesaria porque facilita una atención médica inmediata y eficaz, en casos de emergencia, ante la "infeliz realidad de niños y niñas, heridos por balas perdidas y otras formas de violencia".

Este año hubo un caso que conmocionó Brasil, cuando una estudiante de 14 años, Maria Eduarda Alves, murió en marzo mientras estaba en el patio de su escuela al recibir varios impactos de bala durante un tiroteo entre la policía y narcotraficantes en la zona norte de la ciudad.

La propuesta fue presentada en 2015 por el concejal Renato Moura, que aseguraba que la medida facilitaría la atención médica en caso de accidentes.

"No saber el grupo sanguíneo y el factor Rh de una persona puede retardar su atención médica al punto de colocarla bajo riesgo de muerte", justificó Moura al presentar la medida.

Las escuelas de Río sufren la ola de violencia que vive la ciudad y su región metropolitana este año, en el que se han registrado cerca de 4.500 tiroteos, según la aplicación especializada OTT.

Los intensos tiroteos que se han producido en varias partes del municipio han provocado este año el cierre de varias escuelas.

Según datos de la Secretaría Municipal de Educación, una media diaria de 1.000 alumnos de las 439 escuelas municipales de Río de Janeiro no puede asistir a clase por tiroteos.

Entre el 2 de febrero, día en el que inició el año lectivo, y el 18 de octubre, 157.920 alumnos no pudieron asistir al menos un día a clase por culpa de los tiroteos, principalmente en las zonas norte y oeste de la ciudad.