Treinta y siete civiles murieron la noche del jueves en ataques aéreos rusos en la región de Arbin, uno de los últimos bastiones rebeldes de Guta Oriental, cerca de Damasco, afirmó el viernes el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

"Ataques aéreos rusos y bombas incendiarias mataron a civiles refugiados en una bodega, que murieron por quemaduras o asfixia", indicó Rami Abdel Rahman, el director del OSDH.

"Treinta y siete civiles fueron mortalmente quemados por unas bombas que alcanzaron un refugio en Arbin. La mayoría de las víctimas son mujeres y niños", dijeron por su parte en Twitter los Cascos Blancos, socorristas de la defensa civil en las zonas rebeldes de Siria, que denunciaron una "masacre horrible".

Rusia, aliada del régimen sirio, asegura que su aviación no participa en los bombardeos de Guta Oriental.

Los bombardeos se registraron antes de la entrada en vigor a medianoche de una tregua con el grupo islamista que domina el bastión sur de Guta, donde se registró el ataque, precisó el director del OSDH.

Al menos 38 civiles habían muerto el jueves por bombardeos contra varias localidades de Guta, sin contar las víctimas de Arbin.

El grupo rebelde islamista Faylaq al Rahman, que controla este bastión rebelde en Guta, anunció un alto el fuego para permitir negociaciones con Rusia que "garanticen la seguridad de los civiles y el fin de su sufrimiento y el cese de la guerra y de estos bombardeos".

Tras un poco más de un mes de bombardeos intensos y de combates en tierra que dejaron más de 1.600 civiles muertos, según el OSDH, y más de 80 mil desplazados, las fuerzas del régimen reconquistaron casi el 80 por ciento del enclave rebelde de Guta.