Gerardo Raynaud D.
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Comenzando el año 1953, cuando la presidencia de Venezuela era ocupada por el Coronel Marcos Pérez Jiménez,  andino de nacimiento con cuna en la población de Michelena y venido al mundo el 25 de abril de 1914, en el hogar de don Juan Severo Pérez Bustamante y doña Adela Jiménez de Pérez, quien era maestra titulada de la Escuela Normal de Bucaramanga y profesión que ejerció por más de treinta años en diferentes poblaciones del estado Táchira, donde varias generaciones de esa región guardan un cariñoso recuerdo de esta nobilísima matrona a quien el Ministerio de Educación distinguió con la Medalla de Instrucción, como premio a su apostólica dedicación a la enseñanza.

El joven Marcos Pérez asistió a la escuela de su natal Michelena y una vez terminado su ciclo primario viajó a la ciudad de Cúcuta, donde se matriculó en el colegio Gremios Unidos, por entonces la institución laica más antigua del lugar. En este plantel se distinguió como uno de los alumnos aventajados, habiendo obtenido varias distinciones por su rendimiento académico y en especial, por sus facultades literarias al punto tal, de obtener el primer premio en el concurso literario sobre el tema de “La Patria”, en el cual presentó un ensayo sobre la realidad del conflicto Colombo Peruano que, apenas por esos días, comenzaba a materializarse.

De allí partió a enrolarse en la Escuela Militar de Venezuela de la cual egresó con el rango de subteniente a fines de 1934. Durante los cinco años siguientes, ocupó numerosos cargos dentro del ejército, los cuales le sirvieron para especializarse en el exterior, en el Perú específicamente, terminando sus estudios en la Escuela Superior de Guerra de ese mismo país, proceso que le sirvió para ascender al grado de capitán, ascenso que le fue conferido en 1941. A partir de este momento, tuvo un despegue meteórico en su carrera militar. En el 46 fue ascendido a Teniente Coronel y dos años más tarde, entró a formar parte del gobierno provisional, a la caída del presidente Rómulo Gallegos.

En el 51, fue nombrado Ministro de Defensa y promocionado a Coronel efectivo, siendo miembro de la Junta de Gobierno que regía los destinos del país, bajo la presidencia de hecho de Carlos Delgado Chalbaud. En 1952, la Asamblea Nacional Constituyente lo nombró presidente provisional pero meses más tarde, la misma Asamblea, lo nombró presidente en propiedad, desde el 19 de abril de 1953 por un periodo de cinco años los cuales no alcanzaría a terminar, pues un golpe militar lo destituiría el 23 de enero de 1958. Hasta aquí, una breve reseña de quien fuera un alumno sobresaliente del colegio Gremios Unidos y el motivo de los reconocimientos que esa institución le ofrece a su ex alumno.

Una de las primeras visitas que realizara el presidente Pérez Jiménez, una vez posesionado en su cargo, fue a su natal estado Táchira y en su correría estuvo en la vecina población de San Antonio, donde se aprovecho de su presencia para recordar los viejos tiempos de su estancia en la capital del Norte de Santander.

Para un día sábado del mes de junio del 53, se programó la visita del presidente a la población de San Antonio y ese día, el colegio Gremios Unidos, en pleno, con sus trescientos estudiantes, sus banderas y su banda de guerra hizo la calle de honor y presentó su saludo imponente y entusiasta, sorprendiendo gratamente al primer mandatario quien de inmediato ordenó a su edecán “dígale usted al rector de Gremios Unidos que me ha conmovido gratamente, este homenaje de mi colegio.”

Acto seguido, se dirigió al Puente Internacional a entrevistarse con el presidente Urdaneta Arbeláez y en un acto de agradecimiento con las directivas del colegio, se reunió con su Junta Directiva, en ese momento integrada por José Pompilio Parra quien la presidía, Juan M. Chirinos, secretario de la Sociedad de Artesanos y los miembros Antonio Soler Lozano, José Francisco Yáñez y Félix Pastor González, con quienes departió muy cordialmente recordando sus tiempos de estudiante, expresando su cariño por él y manifestando su interés por el futuro del colegio, verdadero orgullo de la ciudad. En algún momento de la reunión alcanzó a encontrarse con el sargento(r) Víctor M. Ocariz, quien fue su profesor de gimnasia, cuando allí estudiaba y muy afectuoso fue el intercambio de saludos entre ambos personajes después de todos los años de ausencia.

Ese mismo sábado, en horas previas al encuentro con el presidente Pérez en San Antonio, la Junta Directiva de la Sociedad de Artesanos Gremios Unidos, propietaria del colegio, se había reunido con el propósito de homenajear a su ex alumno, ahora presidente de Venezuela. En primera instancia, se descubrió un cuadro litografiado con la imagen del presidente Pérez, realizado por el Foto Deportes, el mejor fotógrafo de la ciudad. El retrato fue obsequiado a nombre del jefe de estado por el Comité Pro adhesión a las Fuerzas Armadas de Venezuela y por su coordinador en el estado Táchira y actual cónsul de Venezuela en Cúcuta, don Nicolás Cárdenas Ruiz.

Después de los actos protocolarios de los himnos de ambos países, improvisaron sendos discursos, el señor cónsul y el presidente de Gremios Unidos, en los cuales se hizo hincapié en los sentimientos de solidaridad y afecto que deben unir en todo momento a colombianos y venezolanos “no sólo para cumplir la voluntad del Libertador sino para garantizar el destino próspero y feliz de los dos pueblos hermanos.”

Acto seguido, la Junta Directiva sometió a consideración de sus miembros, el Acuerdo mediante el cual se declaraba al Coronel Marcos Evangelista Pérez Jiménez, Presidente Honorario de la Sociedad de Artesanos Gremios Unidos; luego del debate, el Acuerdo fue aprobado unánimemente. El Acuerdo fue entregado en nota de estilo al cónsul de Venezuela, ese mismo día para que le fuera entregado a su destinatario, en la reunión que la embajada venezolana conjuntamente con los directivos de Gremios Unidos, tendrían después del encuentro con el presidente Urdaneta.

Así pues, Gremios Unidos puede ufanarse de haber tenido entre sus directivos, una personalidad tan destacada, como un presidente venezolano de innegables cualidades.