La homosexualidad es un tema que causa controversia en gran parte del mundo. Estados enteros aún debaten ideas arcaicas como la de si esa condición sexual de las personas obedece o no a una enfermedad.

Otros, menos conservadores, han entrado en discusiones más progresivas como la del matrimonio entre parejas del mismo sexo o la adopción de niños para parejas de este tipo.

Entre los primeros se encuentra actualmente Colombia, a raíz del proyecto de ley “Matrimonio Igualitario” liderado por el senador Armando Benedetti y que está a tres debates de convertir la unión entre homosexuales en una realidad en el país.  

La iniciativa del Senador Benedetti surgió para dar cumplimiento a la sentencia C- 577 de 2011, con la que se exhorta al Congreso de la República a legislar de manera sistemática y organizada sobre los derechos de las parejas del mismo sexo en Colombia.

Según el senador, la principal razón que lo llevó a presentar este tipo de proyecto es la necesidad de definir la libertad individual, rechazando la tesis de algunos de entender el Estado como una especie de “papá”, lo que lleva a querer indicar a la sociedad qué condición sexual debe tener, qué filosofía debe manejar, qué religión debe practicar y qué creencia debe seguir.

El proyecto presentado estaría entonces dando a la comunidad LGTBI el respaldo y apoyo que tantas veces esta población ha denunciado le ha hecho falta, argumentando que los homosexuales en Colombia, pese a avances en algunos derechos fundamentales continúan siendo víctimas de discriminación por parte de la sociedad, e incluso de actos violentos.

Mientras los debates cumplen trámite y el proyecto se convierte o no en ley, la discusión sobre el matrimonio gay se sale de la sala del Congreso y se traslada a las demás instituciones pero sobre todo a las calles de las ciudades donde esta medida tendría una real repercusión.

En Cúcuta ya se habla del tema y se sientan claras posiciones que dan cuenta sobre la acogida y en otros casos rechazo que puede a llegar a tener, en caso de ser aprobado, el proyecto debatido.

Aún es un sacrilegio

Las Iglesias han sido las primeras en alzar la voz para oponerse a la idea del matrimonio entre homosexuales, la cual ha llegado incluso a ser tildada de “descabellada” por varios analistas.

Julio César Vidal / Obispo de Cúcuta

“La iglesia respeta profundamente a la persona, cree que cada hombree es hijo de Dios, por lo tanto cada persona merece que se le respete profundamente, pero la iglesia profesa lo que Dios a través de la revelación ha dado a toda la humanidad, ha creado al hombre y a la mujer distintos y complementarios, con capacidad de amar y de procrear, por eso, cuando el hombre y la mujer se unen  lo hacen con dos finalidades fundamentales: que el amor crezca entre ellos y que se realice”.

La posición del obispo es dejar claro que la familia es la unión de un hombre y una mujer, con capacidad de amarse y procrear, contradiciendo al Senador Benedetti, quien para defender su tesis dio un ejemplo en el que dice que “Una abuela puede criar a su nieto y formar una familia junto a él y no necesariamente debe haber un hombre y una mujer.

Para el obispo, en cambio, hablar de un matrimonio entre dos hombres o dos mujeres es algo que no está  biológicamente hecho para cumplir con los fines que tiene la unión, amar y procrear, por tal razón ve esto como un pecado.

Basándose en esto la iglesia se opone profundamente a que se eleve al rango de “matrimonio” la unión entre homosexuales.

Alirio Pérez

Pastor de la Iglesia cristiana Cuadrangular en Atalaya, también sentó su posición al respecto.

“Nosotros los cristianos debemos obedecer a la palabra de Dios, la biblia fundamenta que la unión es solo entre parejas de sexo opuesto y debemos regir bajo esa ley, y si estamos haciendo lo opuesto es ir en contravía de lo que él quiere”.

Por su parte, la ciencia espiritual Hare krishna no se quedó por fuera de la discusión que tanto revuelo ha levantado.

Para esta congregación las escrituras védicas, lecturas fundamentales de esta ciencia, no se contempla apropiado ese tipo de relación, porque su señor supremo, krishna, hizo al hombre y a la mujer con sus aparatos reproductores adecuados para que la relación de pareja tenga una finalidad, que es la de la procreación.

Jagat Isvara Das, Prabhu

“El homosexual tiene problemas de identidad, porque su cuerpo viene adaptado para desarrollar funciones como hombre o mujer, problemas de doble identidad al creerse del sexo que no es. Estas personas pueden ser tratadas médicamente. El homosexualismo es una falsa identidad”, señaló Jagat Isvara Das, Prabhu.

Agrega Jagat que el homosexualismo debe ser tratado como una enfermedad física y mental, problema que se puede mirar desde el punto de vista clínico, porque, para él, la mente tiene tres funciones: pensar, desear y sentir.

“Cuando el hombre puede controlar sus impulsos puede cambiar su vida, cada quien es dueño de su propio destino”, concluyó.

En general, para las religiones, el homosexual es hijo de Dios, una persona que merece todo el respeto, que no se puede discriminar, pero estas creencias también lo invitan para que, según ellas, no realice la sexualidad de manera antinatural.    

Más opiniones

Se consultaron otras opiniones para conocer lo que representa el matrimonio entre homosexuales en una región como la nuestra.

Carlos Socha / Alcalde de Villa del Rosario

La unión de dos personas del mismo sexo va en contra de los principios cristianos. Ve la homosexualidad como un problema genético, que se puede arreglar con la ciencia, y que evidencia irresponsabilidad por parte de los padres de familia al no tratar este “problema” con tiempo. Para él, esta condición es algo que tiene cura.

“Pienso que Dios no mandó al homosexual. En la biblia dice que ni los homosexuales, ni adúlteros, ni ladrones, ni promiscuos entrarán al reino de los cielos, esto va en contra de los principios. Si el congreso aprueba esta ley se opone ante las escrituras de Dios”, agregó el mandatario.

Además de eso, el Alcalde admite no estar de acuerdo con la posibilidad de que los homosexuales puedan adoptar. Por esta razón el mensaje que el alcalde deja a la comunidad LGTBI es que hay una solución, buscar a Dios, porque, asegura, solo él es capaz de cambiar la mente del ser humano y el corazón.

Iren Judith Parada

En cambio, para Iren Judith Parada, psicóloga egresada de la Universidad de Pamplona, aunque el matrimonio entre parejas del mismo sexo en Colombia no está aún aprobado, no obstante considera que si dos personas del mismo sexo u orientación expresan su afecto, devoción y entrega el uno hacia el otro más allá de una unión física, a esto sí se le podría considerar como matrimonio y debería ser aprobado por la sociedad.

Lo cierto es que en la sociedad cucuteña y colombiana el tema del homosexualismo y del “matrimonio igualitario” aún divide las opiniones aunque es mayoritaria la poca aceptación que tiene, más aún cuando se trata de relaciones entre dos hombres.  

Los más interesados

Pero definitivamente, la voz que más debe ser escuchada en la discusión actual es precisamente la de los homosexuales, directos involucrados y receptores de la decisión sobre el matrimonio de este tipo que se tome en el Congreso.

Luis Piñeros

“Nosotros como comunidad LGTBI somos discriminados y esto se debe a que siempre se ha manejado un concepto desde lo cultural, siempre se nos ha enseñado que las normas establecidas están entre lo heterosexual, lo que conlleva a que tengamos una serie de problemas”, afirma Luis Piñeros, defensor de los Derechos de la comunidad LGTBI en Cúcuta.

Piñeros percibe que el problema está en la intromisión de las Iglesias, de cómo las religiones utilizan una especie de “supremacía de Dios en la tierra” para de esta manera decirle a las personas homosexuales que no son dignas.

“Cúcuta no es homofóbica, lo que vemos es una serie de prejuicios”, dice, agregando que “algunas veces, cuando no conocemos ciertas cosas, las señalamos. En ocasiones decimos que algo no es debido, pero sin explicar  porqué”.

Piñeros señala que la comunidad LGTBI es discriminada por el solo hecho de no ser atendidos en un centro médico.

“El decir de los médicos es que no tienen especialistas para que traten a personas de la comunidad intersexual o transgeneristas, y esas son excusas, ahí comienzan los procesos de organización” concluye.

A pesar de esto, en Cúcuta no se discrimina por lo que se es siempre y cuando no se irrespeten espacios como zonas privadas o centros comerciales con explícitas muestras de cariño.

La comunidad LGTBI se apoya en la sentencia C-577. En ella la corte determina que el matrimonio entre parejas del mismo sexo no está prohibido por la Constitución.

Esta comunidad quiere que su situación se continúe debatiendo en el congreso, saber los puntos de vista de los senadores y lograr la plena garantía de sus derechos siendo reconocidos como homosexuales pero también como iguales a los demás.

La discusión está abierta y solo al final, cuando en el Congreso se tome una decisión, se sabrá que tan necesarias o no serán las posiciones que se manejan en Cúcuta y Norte de Santander sobre el llamado “matrimonio igualitario”.