A pesar de que Álvaro Enrique Ibarra Rivera, El Brujo, estaba montando un imperio de miedo entre los habitantes del barrio Rudesindo Soto, amenazándolos con un arma para que accedieran a sus pretensiones delincuenciales, miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía y soldados de la Trigésima Brigada del Ejército, le bloquearon sus intenciones.

Los investigadores le siguieron el rastro tras las constantes denuncias en su contra, por presuntamente intimidar a los vecinos de este sector y vender drogas.

Con este material y las pruebas recolectadas, el personal del CTI y la Fiscalía Primera Especializada de Cúcuta tramitaron la orden de captura contra El Brujo, por los delitos de porte ilegal de armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas y hurto calificado y agravado.

El miércoles pasado, los investigadores y militares llegaron hasta el sitio donde se escondía, en el mismo barrio Rudesindo, y lo detuvieron. El hombre escuchó sus derechos como capturado, sentado sobre un andén, sin poder evadir el cerco de las autoridades.

Se había fugado

Álvaro Enrique Ibarra se había fugado de los calabozos de la estación de Policía de Villa del Rosario, donde estaba recluido, respondiendo por presuntamente participar en un atraco.

Los hechos se registraron el 16 de septiembre de 2017, en el barrio Gramalote, de Villa del Rosario. “La víctima fue una pareja de comerciantes y en la huida  casi mata a una mujer por robarle la moto”, explicó una fuente judicial.