La rumba se acabó a sangre y fuego. A las 2:30 de la madrugada de este domingo, en una discoteca de la vereda Puerto Lleras (corregimiento Buena Esperanza), zona rural de Cúcuta, unos  cinco hombres lanzaron una granada en la parte trasera del establecimiento y luego empezaron a disparar contra los asistentes, de manera indiscriminada.

En el hecho resultó muerto Luis Eduardo Leal Martínez, de 24 años, quien recibió varios disparos.

Dos hombres también quedaron heridos. Uno tenía heridas de esquirlas y el otro recibió disparos en el tórax.

Los heridos fueron trasladados al hospital Eramos Meoz, en Cúcuta.

Familiares de Leal aseguraron que era agricultor y que no sabían de problemas o de amenazas en su contra.

La última vez que vieron a su ser querido fue en la noche del sábado, cuando llegó de jugar fútbol, se bañó, se cambió de ropa y salió junto a un amigo para el sitio de diversión.

Un amigo de Luis Eduardo que conversó con él en la discoteca, aseguró que se salvó del ataque, porque salió del lugar una hora antes.

“Me sentí muy tomado y me fui para mi casa”, dijo.

Retaliación entre bacrim

El comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Jaime Barrera, aseguró que la primera hipótesis que se tiene del hecho es que se trata de una retaliación entre el Clan Úsuga y una disidencia del mismo grupo criminal.

Asimismo, rechazó el ataque contra la población, que calificó como una vil arremetida de los sospechosos.

“No vamos a permitir que esta delincuencia organizada genere este tipo de actos de violaciones de los Derechos Humanos en contra de la comunidad rural de Cúcuta”, dijo el oficial.

Barrera dijo que la Policía dispuso de un grupo de 36 unidades entre miembros de inteligencia y el Gaula para judicializar y capturar a los autores del hecho, en articulación con la Fiscalía General de la Nación.

Sin embargo, Barrera aseguró que se adelantan las verificaciones para establecer si la víctima hace parte de alguna organización.

Según se conoció, en la discoteca estaban dos miembros de la banda criminal, conocidos como ‘El Turro’ y ‘Culebro’.

Los últimos homicidios registrados en la zona, son producto de la retaliación entre las organizaciones criminales.