A una de las hijas menores del pimpinero Alexander Morantes Vergel, le bastó con observar una foto de su papá para romper en llanto, con su mirada invadida de tristeza. La niña estaba preocupada porque le dijeron que él estaba herido, pero en realidad murió tras ser balado.

Morantes, de 34 años, fue atacado este miércoles a las 10:30 de la mañana en la avenida 13 con calle 12 del barrio Carlos Pizarro, mientras trabajaba como de costumbre, en la esquina, vendiendo gasolina de contrabando.

Según se conoció, dos hombres en una motocicleta arribaron hasta el lugar y le dispararon en varias oportunidades a la víctima, que en un intento por salvarse corrió hacia una tienda, propiedad de sus familiares, para refugiarse.

En el instante, una mujer que pasaba por el lugar para ofrecer una rifa, resultó herida.

Las detonaciones interrumpieron la tranquilidad de los estudiantes del colegio Laura Vicuña, ubicado frente a la tienda donde se registró el hecho criminal.

De inmediato, uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta arribaron al lugar para adelantar las primeras pesquisas del hecho.

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Asimismo, miembros de la Brigada Interinstitucional contra Homicidios (Brinho) practicaron la inspección en la que recolectaron las evidencias de interés criminalístico.

Aunque Morantes Vergel, conocido como Lucas, fue trasladado al hospital Erasmo Meoz, minutos después murió por la gravedad de las heridas.

Extorsiones

Un compañero de trabajo de Morantes, que rodeó la escena del crimen, aseguró que siempre están expuestos a cobros de extorsiones por parte de grupos armados ilegales.

“A veces llegan a pedirle plata a uno y sin saber quiénes son esas personas, ni con quién trabajan”, denunció.

Por ahora, las autoridades adelantan las investigaciones para esclarecer los móviles del crimen e identificar a los autores del hecho.

Morantes vivió los últimos dos meses con su pareja y sus tres hijos en el barrio El Rosal.

El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, a la espera de que los dolientes lo reclamen y le den el último adiós.

Otro homicidio

El barrio Carlos Pizarro fue el escenario de otro hecho mortal que se registró la noche del 25 de febrero, en la avenida 11 con calle 10.

La víctima fue el fotógrafo Jhon Arturo Rozo Cardona, de 48 años.

Aunque en medio del homicidio de Rozo le robaron el celular y un dinero en efectivo, no se descarta otra hipótesis del crimen.

El fotógrafo, dueño de una empresa de grabación de fiestas y eventos, estuvo acompañado minutos previos al hecho de una mujer.