Los gritos de auxilio que lanzó repetidamente Wilmar Javier Torres Sanabria, cuando era arrastrado por la quebrada Las Indias, a la entrada del corregimiento Paccelly, de Tibú, fueron los que alertaron a los habitantes de esta apartada población que está en el corazón del Catatumbo, sobre los momentos de angustia que él vivía.

Esta lamentable historia ocurrió este viernes, entre las 2:30 y 3:00 a.m., cuando varias personas que residen a la entrada del pueblo, escucharon los llamados angustiantes de este hombre que llevaba ocho días manejando la ambulancia del puesto de salud, de placas OEU-892.

“Wilmar estaba sobre el techo de la ambulancia en la mitad de la quebrada y poco a poco el agua se lo iba llevando”, contó Alfredo Rodríguez, un líder comunal del corregimiento.

Aunque la gente intentó hacer algo en medio de la oscuridad, no pudieron salvarlo.

“Todo fue tan raro, porque, al parecer, la quebrada tuvo una creciente repentina y como el chofer de la ambulancia se metió confiado, terminó llevándoselo”, comentó el líder comunal.

A las 5 a.m., las personas encontraron el vehículo muy cerca, el cual tenía daños en el vidrío delantero y en la parte trasera, donde van los pacientes, todo quedó con barro.

Dos horas más tarde, como a cuatro o cinco kilómetros de donde quedó la ambulancia, hallaron al chofer muerto.

El conductor quedó colgado entre dos troncos, bocabajo, con heridas en sus brazos; su camisa estaba a la altura del cuello, no tenía pantalón y aún conservaba sus zapatos deportivos.

Se conoció que Torres, de 33 años, habría sido enviado a Paccelly a remplazar al conductor de la ambulancia del puesto de salud, porque salió a vacaciones.

“Pero lamentablemente, el señor que Wilmar estaba remplazando, ayer (jueves) se enfermó y tuvo que ser remitido al hospital de Tibú, por eso él salió a llevarlo como a las 2:00 o 3:00 de la tarde”, comentó el líder comunal.

Pero lo que muchas personas del corregimiento no entienden es por qué el chofer de la ambulancia se devolvió tan tarde y decidió pasar la quebrada, sin darse cuenta cómo estaba la corriente.

“Aunque un vecino nos dijo que él pasó minutos antes por ahí y la corriente no estaba tan fuerte, nosotros creemos que de pronto hubo una creciente repentina y el conductor de la ambulancia no se percató de eso”, explicó Rodríguez.