Dentro del calabozo del Comando de Atención Inmediata (CAI) del barrio Aeropuerto contaron 13 presos la noche del pasado domingo, cuando ocurrió la muerte del recluso Miguel Alfredo Landaeta Urbina. Por ahora, todos son sospechosos de ese presunto homicidio.

La muerte del venezolano Landaeta Urbina, de 52 años, no deja de causar preguntas. Este medio pudo confirmar que la causa de muerte no se dio por problemas de respiración, como lo aseguraron algunos reclusos en sus entrevistas. 

Por el contrario, a Landaeta le fracturaron dos costillas y tenía un golpe contundente en el cráneo. Además, el cuerpo presentaba varios morados en las manos y el pecho. 

“Pudo suceder que dentro de la celda le dieron una golpiza y nadie de los reclusos denunció”, dijo el coronel Palomino. 

Un tipo de pelea

Según el coronel Palomino, el capturado (Miguel Landaeta) ‘chocó’  con los otros presos. “No quiso usar tapabocas, ni bañarse ni lavarse las manos, lo que habría causado algunos inconvenientes entre ellos”, presume el coronel.

La Opinión también pudo conocer que Landaeta habría prestado servicio militar en su país natal, lo que le hizo tener una actitud desafiante con los demás internos.

Independientemente de la mala o no apropiada conducta del interno, el comandante de la Mecuc añadió que “todos van a responder por ese hecho. Hay un delito que se llama omisión de denuncia. Nadie dijo nada. Además, los policías que estaban de custodios en el CAI también se les abrirá un proceso disciplinario”.

Otra fuente judicial, cercana a la investigación, aseguró que al resultar la Policía involucrada, las indagaciones pasaron a manos del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía en aras de esclarecer lo ocurrido.  

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“Cuando se entrevistó a los presos ninguno habló de golpes ni riña dentro de la celda, pero ahora tendrán que rendir indagatoria ante la Fiscalía”, dijo la fuente judicial.

Un ataque de ira

Miguel Landaeta fue capturado por la Policía Metropolitana la mañana del miércoles 29 de abril, en la calle 13 con avenida 21, del barrio Caño Limó en Cúcuta.

Según se pudo conocer, Landaeta se encerró en un cuarto con su esposa y su cuñada y en un ataque de rabia y celos, le propinó un tiro en las piernas a cada una.

Eran las 9:30 de la noche, cuando el policía encargado del CAI pronunció varias veces el nombre del extranjero y como no hubo respuesta, decidió asomarse y lo vio tendido en el suelo y sin signos vitales. 

Unidades de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) y de la Secretaría de Salud estuvieron presentes en la inspección al cadáver.