Nunca más Joselín Suárez Vaca volverá a comprar sus cigarros en la tienda de su vecino. En los paseos familiares y los asados de fines de semana no aparecerá. El hombre de 44 años murió de un tiro en la cabeza que recibió al intentar detener a Reinel Santiago Sanguino, su amigo.

La historia 

Eran las 8:20 de la noche del sábado. Los dos amigos estaban departiendo junto a otras personas en el andén de la calle 18 con avenida 0 del barrio Motilones, mientras que las hijas de Sanguino trabajaban en la tienda que tienen como negocio familiar.

Diez minutos después, un hombre se acercó a pedir que lo entendieran.

“Yo le pedí al señor en buenos términos que debía esperar que me desocupara. Él respondió feo y como mi hermano iba llegando, escuchó y se vino para atenderlo, pero siguió con la grosería”, contó una de las hijas de Sanguino.

Según el relato, cuando le entregaron al hombre la cerveza también le pidieron el pago, pero no lo hizo y la respuesta fueron insultos y groserías que alcanzó a oír Reinel Santiago.

“Mi papá se vino preguntando sobre qué pasaba. Lastimosamente, el temperamento de mi papá es muy fuerte y cuando llegó le dijo al hombre: para un berraco hay otro berraco”, contó la hija.

Cuando Sanguino le pronunció esas palabras al otro hombre, este lo desafió a salir a la calle, aludiendo que acababa de salir de la cárcel y que no le temía.

“Mi papá asentó con la cabeza de que saldría, pero se fue a buscar un arma que él tiene; con mi hermano, una señora intentamos detenerlo, pero no pudimos”, narró la hija llorando.

Sanguino fue a abrir la reja y su amigo Joselín se le opuso, y ahí ocurrió la tragedia.

“El vecino interviene intentando cerrarle, pero mi papá ya tenía el brazo por fuera y disparó”, añadió la hija.

Joselín Suárez cayó al piso moribundo. El balazo de su amigo lo impactó justo en el ojo derecho.

De inmediato la reacción de Sanguino fue de angustia. Acababa de matar a su vecino y amigo por culpa de una rabia no controlada.

Según la hija, su papá les preguntaba a todos qué hacer mientras que ellos le reclamaban por lo ocurrido. 

“Yo no podía parar de llorar. En ese momento solo pensaba en la muerte de ese señor tan noble. Luego supe que mi papá entró a la casa y sacó una camisa y se fue”, contó la hija.

Cuando la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) llegó a la escena del hecho, conoció los detalles y de inmediato activaron la búsqueda.

La víctima

Al lugar también llegaron familiares de la víctima, quien trabajaba al frente de la tienda como carpintero.

“Las hijas se nos acercaron y nos explicaron todo. Es muy lamentable que por un momento de rabia sucedan estas cosas”, dijo un hijo de Suárez.

Los parientes de Suárez aseguraron que es muy triste lo ocurrido y más conociendo la amistad que ambos tenían.

“Mi papá cada que quería iba para que él le fiara. Entre familias hacíamos paseos. Cada que salía a fumar un cigarro se ponían a hablar”, dijo el hijo de la víctima.

Joselín Suárez, de 44 años, dejó cuatro hijos de 25, 24, 22 y 21.

Lo que más desean los familiares de Sanguino es que no siga evadiendo a la justicia: “Fue un error. Lo mejor que puede hacer es entregarse y que pague por lo que hizo”, dijo la hija de Sanguino.