El sábado y domingo fueron dos días anormales para los habitantes de las veredas Versalles y Orú, del corregimiento Paccelli, tres poblaciones de la zona rural de Tibú. Todo por cuenta de una acción militar que terminó con una persona muerta y dos heridas.

Desde las 10:00 de la mañana del sábado, cuando un grupo de soldados decomisó dos camiones cargados con ‘pategrillo’ y capturó a cuatro personas, los ánimos se caldearon en ese sector del Catatumbo y hasta el domingo, la tensión seguía, por dos hechos:

Porque las comunidades de esas localidades no permitían la libre movilización de vehículos, y porque un grupo de personas mantenía las amenazas de tomarse la base militar y la estación de bombeo que Ecopetrol tiene en esta zona.

Mientras que el general Hugo Alejandro López, comandante de la Fuerza de Tarea Vulcano, ratifica su versión de que sus hombres respondieron a un ataque de disparos por integrantes de ‘Los Pelusos’ cuando adelantaban el procedimiento, los líderes comunales y hasta el mismo personero de Tibú, Richard Claro, lo refutaron, “porque entre la comunidad no había ningún guerrillero”.

“La situación se presenta por el hostigamiento a la tropa que se encuentra en el sector. Todo se da en el momento en que se estaba haciendo entrega a las autoridades de los vehículos con el ‘pategrillo’ (petróleo procesado que se convierte en insumo para la producción de cocaína), es que se produce el hostigamiento y ahí es que se viene todo el proceso de protesta social violenta. El personal militar fue agredido con botellas llenas de gasolina y papel incendiario”, señaló el alto mando militar.

A este testimonio se une un comunicado que emitió el Ejército asegurando que “el hostigamiento se dio desde la parte alta por el Epl (Pelusos), con disparos de arma de fuego a la aeronave que cumpliría el movimiento del personal”.

Pese a eso, el personero de Tibú señaló que él venía desde El Tarra cuando se encontró con la situación, por lo que trató de calmar los ánimos.

“Al ver eso, yo me bajé del carro y hablé con la comunidad, entonces con un grupo de personas nos fuimos para la entrada de la base militar y de repente los soldados empezaron a dispararnos, todos nos tiramos al piso y comencé a gritarles que yo era el personero de Tibú pero eso no les importó y siguieron disparando. Un muchacho que venía muy cerca de mí, gritó varias veces ‘me dieron, me dieron’, luego fuimos a ver y estaba muerto”, dijo el funcionario.

Richard Claro aseguró que entre las personas con las que habló no había nadie armado. “Yo en ningún momento vi algún guerrillero o persona armada que viniera con nosotros, porque yo estaba era con la comunidad. Lo que no se entiende es que si les disparaban desde la montaña, por qué dispararon a los que iban llegando a la base. Eso es una clara violación de derechos humanos”.

El personero sostuvo que para calmar los ánimos de las comunidades se comunicó con el defensor del Pueblo de Ocaña para ir hasta la zona y hablar con las personas.

Además, los líderes veredales señalaron que esperaban que representantes de organismos internacionales como la OEA y ONU también lleguen a la zona.

El general López manifestó que para corroborar las denuncias le solicitó al Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía que se encargue de las pesquisas y de la inspección judicial al lugar del hecho y del cadáver. “Desde la misma noche del sábado se trasladó ese personal a ese lugar. También se iniciaron las acciones disciplinarias y penales correspondientes”.

El Ejército señaló que se tomarán las acciones penales correspondientes por los ataques a las unidades militares, violencia contra servidor público, daño en bien ajeno y tentativa de homicidio en contra del personal militar y por la utilización de la población civil como escudo humano, violentando principios del Derecho Internacional Humanitario.