El jueves, a las afueras de Medicina Legal, una tía de Édgar David Gelvis Castellanos, de 18 años, que murió de dos balazos la noche del martes en el barrio La Victoria, sentía dolor, rabia e impotencia.

La familiar aseguró que su sobrino murió vilmente por estar en el lugar equivocado.

“Él llegó a ese lugar a consumir y 15 minutos después llegaron los tipos armados y hasta con granadas. Lo que hemos sabido es que también había una muchacha y él cuando se vio rodeado le gritó a ella que corrieran y ambos lo hicieron. Pero, él no alcanzó a alejarse de esos matones”, dijo ella.

Luego de ello,  se armó una balacera entre un grupo de hombres provenientes del barrio Carora contra quienes estaban en la casa número 168-2 de la KDX 460, donde presuntamente funciona una venta de estupefacientes.

“Mi sobrino cayó ahí inocentemente. En ese barrio donde se crío tenía a su novia, pero vivía era en Guaimaral con su mamá”, dijo la familiar.  

Edgar David era el consentido de la casa, no tenía necesidad de nada porque la mamá le daba todo, según contó la tía.

“Era un niño maravilloso. Su único problema era el consumo que apenas iniciaba, pero ya lo habíamos llevado a que se rehabilitara. Hasta los vecinos de la cuadra están asombrados por su muerte”, finalizó la mujer.

El hecho

A las 7:15 de la noche del martes, cuando Gelvis estaba reunido con varios hombres, fue sorprendido  por tres sujetos armados.  

“La ‘plomacera’ fue bastante fuerte, sonaron muchos disparos. De un momento a otro se escuchó un silencio y luego otra vez hubo disparos, yo corrí a esconderme, porque esto parecía interminable”, dijo un habitante del lugar.

En medio de un callejón que comunica a varias viviendas de este sector de La Victoria, quedó tendido el cadáver de Anderson Uriel López Celis, la otra víctima quien presuntamente, fue uno de los agresores.

“Eso fue una pelea entre bandas de microtráfico que están disputándose el territorio a muerte”, explicó una fuente judicial cercana a las pesquisas.

Los investigadores hallaron una panela de base de coca, marihuana y bazuco, además de una escopeta, en la vivienda donde se iniciaron los tiros.

Dichos elementos fueron recolectados como evidencias que serán aportadas a la investigación.