Uno de los dos soldados que murió en la emboscada del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en la madrugada del lunes, en Aspasica (La Playa de Belén), era natural de Ocaña.

Leonel Jiménez, de 31 años, llevaba once años de servicio en el Ejército.

Hacía parte del Batallón de Infantería No 15 General Francisco de Paula Santander, cumpliendo labores de inteligencia.

Jiménez deja cuatro hijos: tres niños de 3, 7, y 11 años, y una niña de 9.

Lauren Lorena Vergel, quien llevaba conviviendo con el militar desde hace dos años, contó en medio de lágrimas que la última vez que vio con vida a su ser querido fue a la media noche del domingo.

“Al irse no se despidió ni me dijo nada, llamó a su compañero Julio Llorente (quien también murió, oriundo de Córdoba) que vivía al lado y lo despertó para tomar viaje”, dijo la mujer.

Recordó que uno de los sueños de su compañero sentimental era pensionarse y tener una tienda.

“Lo último que supe es que un desmovilizado le estaba dando una información falsa que al final resultó en la emboscada. Al parecer lo torturaron para que llevara allá al lugar de su muerte a los soldados”, dijo.

Los militares fueron atacados con granadas y armas de largo alcance cuando se encontraban con un desmovilizado del Eln, que también murió.