Eider Antonio Rodríguez García, Maicol, presunto integrante del Ejército de Liberación Nacional (Eln) fue detenido por las autoridades en el barrio Motilones de la ciudadela Juan Atalaya.

Uniformados de la Policía de Norte de Santander y de la Fuerza de Tarea Vulcano del Ejército lo detuvieron donde se escondía, luego de un riguroso seguimiento a los movimientos de este hombre.

El coronel George Quintero, comandante de la Policía del departamento, señaló a Maicol como partícipe en el secuestro de la periodista Salud Hernández, en mayo de 2016.

“Asimismo, delinquió cuatro años en la compañía Comandante Diego del Eln. Participó en la destrucción con artefactos explosivos de una antena de telefonía en 2013, en El Tarra”, señaló el reporte de las autoridades.

El coronel Quintero, recordó que Alfonso Eliécer Pacheco Contreras, Fabián, fue capturado a mediados de agosto de este año, también señalado de participar en el secuestro de la profesional que pasó seis días bajo el poder del Eln en el Catatumbo.

En el momento de la captura de Fabián, la Policía afirmó que este hombre era el cabecilla de la red de apoyo de esa guerrilla.

El oficial aseguró que en conjunto con el Ejército y la Fuerza Aérea se mantienen operaciones de control en El Tarra.

Cayó el cabecilla

De manera simultánea, la unión de esfuerzos de las autoridades, permitió la captura de Jhon Geimer Ortega Jaime, presunto cabecilla de milicias de la compañía Comandante Diego del Eln.

La detención se produjo en El Tarra donde Maicol y este hombre tenían su fortín delincuencial.

Según la Policía, Ortega era el encargado de extorsionar a comerciantes en El Tarra.

“Asimismo, intimidaba a la población a través de panfletos y grafitis alusivos al Eln, para presionar el pago de las exigencias económicas”, agrega el boletín oficial.

Intendente

Presuntamente Ortega estuvo involucrado en la muerte del intendente Javier Vanegas Sarmiento, quien fue atacado con francotirador en El Tarra, en abril de 2016.

Vanegas llevaba 19 años de servicio en la institución y al momento de su muerte, era el comandante de la Policía en El Tarra. Un balazo en el pecho le costó la vida, mientras adelantaba patrullajes de registro y control con varios de sus hombres y soldados.

Los dos hombres fueron capturados por los delitos de concierto para delinquir con fines terroristas, rebelión agravada y tráfico de estupefacientes. 

Luego de ser escuchados en audiencia, un juez los envió a la cárcel.