Junto a una gran cruz blanca quedaron los cuerpos de los amigos Giovanny Andrés González Guerrero y Jhonathan Javier Carreño Carvajal, de 18 y 19 años, respectivamente. 

El miércoles, en la mañana, dos manchas de sangre eran observadas por tres jóvenes que llegaron a ese lugar conocido como el Cerro de La Cruz, ubicado en el barrio La Esperanza (Villa del Rosario), donde se reúnen a hablar y a consumir drogas.

Según se conoció, a los amigos les cumplieron la amenaza de muerte que los obligó a irse hace mes y medio de ese municipio.

“Ellos ya se habían salvado de un atentado porque la pistola se le encasquilló al hombre que los iba a atacar y alcanzaron a correr y se salvaron”, contó un testigo, de quien se reserva su identidad.

El hombre, que señala el testigo, buscaba a ambos amigos luego de ser acusados por el robo de un celular que, al parecer, ocurrió en el barrio Antonio Nariño del mismo municipio.

“Un día ellos estaban jugando fútbol y vieron pasar lentamente a un hombre en una moto Yamaha RX100 que no dejaba de mirarlos. En una segunda oportunidad, cuando volvió a pasar, ellos ya habían planeado enfrentarlo y preguntar cuál era el problema y así lo hicieron. Pero, se les escapó y ahí surgió la amenaza de muerte”, dijo el testigo.

Desde ese momento, ambos se marcharon hacia el departamento de Boyacá, pero ante las necesidades económicas en otra ciudad y tras presentar quebrantos de salud decidieron regresar y permanecieron unos 20 días. Sin embargo,  el plan era volver a viajar.

Les cumplieron la amenaza

Un allegado a la familia, de uno de ellos, aseguró que ambos tenían el vicio de oler pegante (bóxer) y, precisamente, habían ido a ese lugar a hacerlo.

Eran las 8:00 de la noche cuando al menos cinco disparos alertaron a los residentes de la carrera 13 con calle 17 de la parte alta de dicho barrio. 

El homicida llegó silenciosamente y a pie. Luego de disparar (y mientras caminaba) les advirtió a los vecinos, con el arma en la mano, que guardaran silencio y escapó.

Minutos después la escena se llenó de policías que acordonaron el lugar. 

Sobre Carreño se conoció que trabajó lavando carros y dejó a su novia con tres meses de embarazo. 

En cuanto a Giovanny González su abuela contó que era su nieto mayor y trabajó, por mucho tiempo, en carpintería.