“En nuestro municipio estamos viviendo una situación crítica que ya empieza a atemorizar a la población”. Así definió el alcalde de Tibú, Gustavo León Becerra, la situación por la que atraviesan tras el ataque de la guerrilla de las Farc, el pasado martes, en el que murió un policía y una estilista.

Becerra lamentó el hecho de sangre y aseguró que los tibuyanos rechazan y repudian estos actos de violencia que interrumpieron la tranquilidad en el casco urbano del municipio.

Ante este y otros ataques registrados en los últimos días, se desarrolló un consejo de seguridad en las instalaciones de la Gobernación de Norte de Santander, con el fin de analizar la escalada de violencia que han protagonizado en los últimos días, especialmente en la zona del Catatumbo, los grupos guerrilleros.

Una de las decisiones adoptadas en este espacio, que presidió el gobernador Edgar Díaz y contó con la participación de alcaldes, Ejército, Policía, Fiscalía, Defensoría del Pueblo, Procuraduría y Migración Colombia, fue la restricción para la circulación de motos con parrillero hombre entre las 10:00 de la noche y las 3:00 de la mañana en Tibú, así como el porte de armas de fuego.

“Sabemos que las motos son un medio de transporte indispensable para los campesinos de la región, pero también buscamos poner un límite en las noches en esta zona”, dijo Díaz.

Además, el gobernador le pidió a la fuerza pública que se incrementen las labores de inteligencia y de control urbano para prevenir los atentados que cobran la vida de miembros del Ejército, la Policía y la población civil.

Díaz resaltó la incautación de 4 toneladas de clorhidrato de cocaína y al menos dos toneladas de base de coca, así como la desactivación de 217 campos minados en lo que va de 2015, por parte de las autoridades en la zona del Catatumbo.

Aseguró que la mayoría de hechos violentos se generan por el aumento del negocio del narcotráfico en la región, que hace que los “narcotraficantes, aliados con los grupos al margen de la ley, propicien estos hechos”.

El defensor del Pueblo en Norte de Santander, William González, aseguró que hay una alerta temprana en los municipios del Catatumbo tras los ataques de la guerrilla.

^{Este panfleto circula en Tibú.}

Dijo que en la zona rural de Cúcuta, tras la intimidación de las bandas criminales, también se han registrado algunos desplazamientos en varios corregimientos.

“Se han presentado desplazamientos en la zona rural de Cúcuta, pero ‘gota a gota’, no en grandes proporciones”, dijo.

En la casa del policía José Suelta Navarro, en el barrio Cúcuta 75, de la ciudadela Juan Atalaya, sus familiares velaron el cuerpo del uniformado, quien murió en el ataque guerrillero del martes en Tibú.

Según se conoció, el agente visitó a su familia el pasado fin de semana. Navarro era el menor de seis hermanos.

Un pariente comentó que su ser querido siempre manifestó pasión por su labor en la institución. 

Las autoridades anunciaron que se pondrán en contacto con las familias de las víctimas para brindarles la atención necesaria.

Finalmente, el alcalde del municipio petrolero pidió a la comunidad hacer caso omiso a un panfleto que circuló ayer por las redes sociales anunciando acciones violentas contra los habitantes de Tibú que estuvieran en la calle después de las 10:00 de la noche.