“Mi hijo nunca usó un arma de fuego, tenemos la prueba de Medicina Legal  que no tenía pólvora en sus manos y de que era una persona zurda y nunca derecho como aseguró la Policía (en la cual llevaría el arma).

Los hechos ocurrieron el 14 de octubre de 2010, promediando las 9:30 de la noche, cuando el joven se movilizaba como parrillero en una motocicleta RX-100, en compañía de su amigo Omar Alberto Villamizar Rodríguez, de 25 años, y habrían evadido una orden de pare en un puesto policial, instalado en la avenida Los Libertadores, con calle 19.

Situación que generó una persecución por parte del teniente, quien se movilizaba en una camioneta, tipo Panel, con el patrullero Luis Alberto Barbosa Vargas.

La carrera terminó en la bajada de la avenida 0A del barrio Altos de Pamplonita, que comunica con el sector de Las Chiveras, donde acababa el camino y se vio obligado a detener la moto. Luego vino el disparo a William Francisco, que le impactó el costado derecho de la cabeza, teniendo el casco puesto.

El entonces subcomandante de la Policía Metropolitana, coronel Raúl Antonio Riaño Camargo, dijo que los jóvenes se  enfrentaron a los policías con un revólver, que fue hallado en el sitio de los hechos y por eso se produjo la reacción del uniformado.

La investigación

Sonia Cecilia Romero asegura que desde entonces la investigación por el proceso no ha avanzado, pese a las pruebas que tienen a su favor y se desconoce la suerte de los policías involucrados en el caso. Con desconfianza ve como pasó, sin explicación, del Juzgado Sexto de Cúcuta a la Justicia Penal Militar.

Cambio que fue confirmado a La Opinión por Eden  Yamith Jaimes,  abogado de la familia.     

“Del teniente Arroyabe dicen que está trasladado a otra ciudad y del patrullero no se sabe nada. En diciembre de 2010 estaba programada una audiencia, pero no se dio. En la reconstrucción de los hechos sólo se presentó el patrullero”, denunció la mujer.

Agregó que el día que pasaban la novena noche de la muerte de su hijo, les hicieron un ofrecimiento de dinero, al parecer, por parte del teniente, el cual no quisieron a aceptar y dejaron el caso en manos de la justicia.

“Tenemos testigos de que mi hijo nunca se volteó para disparar, nunca agredió a los policías. No pararon fue porque la moto no tenía el Seguro Obligatorio contra Accidentes (Soat). Además,  Omar Alberto está libre”, finalizó la mujer.

El menor de edad, nacido en Cúcuta, soñaba con convertirse en auxiliar de la Policía, para lo cual, se preparaba. Era el segundo de cuatro hermanos.