La pareja de Edwin Alfonso Alvarado Álvarez, quien fue asesinado la tarde del pasado martes, no pudo ocultar las lágrimas al recordar el crimen, mientras se acariciaba el vientre, pues tiene siete meses de embarazo.

La mujer aseguró que Alvarado era un hombre tranquilo, que no se metía con nadie y era reconocido por su labor como mecánico diesel en el barrio La Merced.

Ella muestra una actitud preocupante e inquieta, al querer tener claros los móviles del homicidio de su ser querido, aunque lo único que sabe es que a Alvarado, conocido como Chicho, lo mataron por robarle su motocicleta y el celular.

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La víctima tenía un taller de mecánica en el que trabajaba con su pareja, de donde salió en su moto Yamaha 110, negra, de placa OTF95B, aproximadamente a las 3:30 de la tarde, con la intención de ir a desvarar un vehículo.

“Yo siempre lo acompañaba, pero ayer (el martes) estaba muy ocupada y él dijo que mejor iba solo”, recordó la mujer.

Chicho, de 28 años, salió con su ropa de trabajo y un bolso con herramientas, aunque no especificó hacia qué lugar se dirigía.

Al menos dos horas después de salir del taller, se conoció la noticia de que a Edwin lo mataron en la calle 6 con avenida 5, frente a la cancha del barrio Buenos Aires, en la ciudadela Juan Atalaya.

¿Cómo fue?

Dos hombres a pie, interceptaron a Chicho y lo atacaron a balazos, impactándolo dos veces, en la cabeza y el cuello.

Luego de que Alvarado cayó muerto al piso, uno de los homicidas detuvo un taxi y obligó al conductor a que lo llevara, mientras que su cómplice huyó en la motocicleta de la víctima.

Minutos después, uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta arribaron a la escena del crimen para iniciar las primeras pesquisas y efectuar el levantamiento del cuerpo.

“Por ahora, la principal hipótesis indica que el homicidio fue producto de un atraco”, indica el boletín policial.

Sin embargo, las autoridades adelantan las investigaciones para esclarecer este homicidio e identificar a los pistoleros.

El mecánico dejó a una niña de 8 años, un niño de 2, y a su pareja embarazada. Al cierre de esta edición, la familia reclamaba el cadáver ante el Instituto de Medicina Legal.