El secuestro de Marlon Orlando Muñoz Casanova el 3 de octubre de 2017, cuando salía de un lavadero de carros diagonal a la glorieta de El Escobal, fue el peor error de la banda criminal La Línea. Desde ese  momento, el Grupo Gaula empezó a seguirles el rastro.

Dicha estructura delincuencial estaría conformada por unos 50 sujetos y llevaría cerca de 7 años extorsionando, desapareciendo gente, asesinando, robando y manejando el contrabando que se mueve por El Escobal, parte del Anillo Vial Oriental hasta la Penitenciaría de Cúcuta y El Cerrito, en la vía al corregimiento San Faustino. Por Venezuela, en Ureña y La Mulata.

Por eso, el pasado 25 de octubre las autoridades capturaron a 11 miembros de esta estructura criminal, aunque aún faltan otros por caer.

Los detenidos son: Libardo Andrés León Toro, alias Tío o Tyson, cabecilla de la banda; Erika Patricia Contreras Mandón, Tía; Yilber David Carvajal Quintana, Papiwilo o Wilo; Darwin Eduardo Vargas Correa, el Menor; Jhoan Sebastián Cubides Botello, Gordo Barnie, y Griba Audrey Bonilla Vecino, la Mona o la Flaca.

También, Édgar Eduardo Mendoza Medina, el Chavo; Luis Eduardo Páez Ovalles, Pecas; Pablo Alejandro García Valderrama, el Mocho; Jhon Freddy Olarte Villamizar, Siete Huevas, y Jhon Javier Hernández Pinzón, Olinto.

Un día después de darse estas capturas, las autoridades lograron atrapar a otro presunto criminal, que identificaron como Darwin Alfredo Delgado Sánchez, Cocacolo, junto a él cayeron armados Santiago Pérez Guzmán, Dubán Meneses Sanguino y Luis Adolfo Mora Carrascal.

A todos les imputaron los delitos de concierto para delinquir, secuestro, extorsión, desaparición forzada y porte ilegal de armas.

De los 15 detenidos, 14 fueron enviados a prisión, mientras que Erika Contreras recibió el beneficio de detención domiciliara.

Luis Eduardo Páez y Pablo García son identificados por los testigos como los descuartizadores de la estructura criminal. 

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Otros

En dos oportunidades, las autoridades han efectuado operaciones contra esta estructura delictiva, capturando a su líder principal José Domingo González Santiago, conocido como Cepillo, detenido el año pasado y ahora en una prisión de alta seguridad. Pero, parece que desde allá sigue dando órdenes.

Una vez este sujeto fue aprehendido, Carlos Eliécer Contreras Mandón, alias el Ruso o Amarillo, asumió el poder, pero a finales de 2017 la Policía también lo arrestó. 

Libardo Andrés Toro León, presuntamente, fue nombrado como cabecilla y sería cuñado de el Ruso, pues está casado con Erika Patricia Contreras Mandón.

Las víctimas

Marlon Muñoz fue plagiado luego de que desconocidos chocaran su carro y lo hicieran detener. Al bajarse fue llevado por tres motorizados hacia la frontera y aunque sus parientes saben que lo mataron, aún no aparece el cadáver.  Los allegados alcanzaron a recibir una prueba de supervivencia sumado a una exigencia económica de $50 millones por su liberación.

En un video de una cámara de seguridad se observa que la persona que conducía el carro que lo chocó era Libardo Toro.

Siguiendo con los análisis de las imágenes, los investigadores observaron que quienes se llevaron a la fuerza a la víctima fueron cuatro de sus hombres más cercanos. 

A partir de esto, el Gaula centró todas sus fuerzas contra esta banda logrando identificar a parte  de sus integrantes  e interceptar varias líneas telefónicas.

Según la Fiscalía, La Línea  tiene un imperio del terror en seis kilómetros de frontera, donde hay trochas conocidas como El Águila, La Isla, La Marranera y La Mona. Además, que su principal centro de operaciones está detrás de la estación de Policía El Escobal.  

Aún más grave, cerca del puesto policial, habría una casa donde llevan personas a torturarlas y descuartizarlas, para luego enterrarlas a orillas del río Táchira.
Las demás víctimas 

El rapto de Marlon Muñoz no fue el único, pues las autoridades tienen pruebas de otros, como el de Luis Alexander Méndez Rodríguez, ocurrido el 22 de noviembre de 2017, en El Cerrito. Su familia pagó por su liberación. 

En diciembre de 2017, en Ureña, secuestraron al venezolano Roland Samuel Martínez. Su familia pagó por su liberación. 

Este año

El 23 de enero fue secuestrado y torturado un  empleado de una empresa de gases, a quien confundieron con las autoridades.

El 12 de febrero fue secuestrado Fran-klin Alonso Villabona Jaimes. Su familia pagó, pero nunca apareció.

El  14 de febrero asesinaron a Jhovan Sánchez Salas por hurtarle su motocicleta.

El 12 de marzo también secuestraron a Pedro Barón Prada. Su familia pagó por su liberación.

A finales de marzo, raptaron a un jugador de fútbol, en Ureña. Su familia pagó por la liberación.

El 7 de abril secuestraron a una mujer que trabajaba en una casa de cambios en El Escobal. Su familia pagó por su liberación.

El taxista Moisés Acosta Pinto fue secuestrado el 23 de mayo. Lo mataron y enterraron.

El 17 de julio fue plagiado el cambista Ormán Javier Ruíz Alvarado. Fue intercambiado por su padre para que consiguiera el dinero exigido. Luego, los dejaron libres.