"Uno no se explica cómo hacen una cosa de esas tan cruel con un señor que era una buena persona”. Así lamentó una vecina de la calle 3 con avenida 5, del barrio Niña Ceci, el homicidio de Manuel María Galvis Arteaga, de 55 años, quien habría sido asesinado, al parecer, por unos inquilinos.
 
La mortal historia se inició a las 5:00 de la madrugada del miércoles, cuando los vecinos oyeron una discusión en la casa de Galvis, en la que vivía con sus arrendatarios, al parecer, dos mujeres y un hombre.

“Yo alcancé a escuchar los gritos y la discusión, pero luego pusieron música a alto volumen y ya no volví a oír más nada”, dijo una de las habitantes de esta zona de la ciudadela Juan Atalaya.

Sin embargo, el olor nauseabundo que empezó a salir de la vivienda, pasadas las 6:00 de la tarde, y la ausencia de Galvis, quien trabajaba como albañíl, generaron las sospechas entre la comunidad del sector, de que algo malo había ocurrido, por lo que algunas personas alertaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta, para que verificara el lugar.

Cuando los policías entraron a la vivienda, encontraron a Galvis muerto, debajo de la cama.

Según se conoció, la víctima tenía la cabeza envuelta en una bolsa, por lo que se presume que fue asfixiada, además, la golpearon fuertemente, y también fue atacada a puñaladas en el pecho.

“Es impresionante, como tienen el descaro de matarlo y meterlo debajo de la cama y luego acomodar las tablas y el colchón, como si nada”, dijo un vecino del lugar.

Les pidió que se fueran

Según se conoció en la escena del hecho, Galvis les había pedido a sus inquilinos que desocuparan la casa, porque al parecer, no habían pagado el arriendo.

“Él les había comentado a algunos vecinos que estaban teniendo problemas por eso y que ya les había pedido que se fueran de la casa, pero no imaginamos que todo fuera a terminar así”, recordó una habitante de esta zona.

Los vecinos del lugar recordaron que la pareja de una de las mujeres que habitaban con la víctima, en la mañana de ayer salió de la casa y les dijo que le avisaran al dueño, es decir, a Galvis, que él se iba.

Minutos después, llegó un carro en el que huyó del lugar. Desde ese momento, los vecinos les perdieron el rastro a los inquilinos.

“Era una pareja y la hermana de la mujer los que vivían ahí, pero también llegaba a quedarse el novio de la otra señora”, dijo un vecino.

Al parecer, una de las mujeres trabaja vendiendo tinto cerca de la vivienda.

Según se conoció, las cosas de la vivienda estaban revolcadas y al parecer, los homicidas se robaron algunas pertenencias de la víctima y las dejaron en una prendería.

Miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) practicaron la inspección y el levantamiento del cadáver para trasladarlo al Instituto de Medicina Legal.

Los investigadores judiciales adelantaron rigurosas pesquisas con toma de huellas dactilares para avanzar en las indagaciones que permitan identificar a los agresores.

Cabe recordar que, en los últimos dos años, han ocurrido hechos similares en el área metropolitana de Cúcuta, por lo que las autoridades recomendaron que antes de arrendar la vivienda a personas provenientes de otro país, se verifique cualquier situación anómala y si las personas interesadas no presentan ningún antecedente judicial.

Los vecinos del lugar pidieron que se capturen a los responsables del macabro crimen.