La niña venezolana Yoselín Díaz Briceño, de 8 años, falleció y 23 personas más resultaron heridas al volcarse el bus que cubría la ruta Bogotá-Cúcuta.

El hecho se presentó al promediar las 4:15 de la madrugada del viernes en el  sector de Guayabales, jurisdicción de Pamplonita, cuando por causas que se investigan el conductor del autobús, afiliado a la empresa Bolivariano, José Joaquín Suárez Ávila, perdió el control del automotor y rodó a un abismo de 50 metros.

La menor de edad, perdió la vida al ser impactada por la rama de un árbol que ingresó por una de las ventanillas del bus y la golpeó en la cabeza, falleciendo inmediatamente.

El resto de los lesionados fueron transportados en siete ambulancias hasta las urgencias del Hospital San Juan de Dios de Pamplona, en donde son valorados.

En total, fueron 21 venezolanos que regresaban de Ecuador y dos personas colombianos que abordaron el automotor en Bogotá.

Los heridos fueron transportados en ambulancias hasta el Hospital San Juan de Dios de Pamplona.

La subdirectora científica de la institución de salud, Yaneth Blanco, afirmó que debido a las complicaciones que presenta una menor de edad fue remitida al hospital Erasmo Meoz de Cúcuta. El resto de personas, entre ellos cuatro menores de edad, tiene fracturas y traumas generalizados que los mantienen estables.

Un dolor 

En una de las salas de urgencia de San Juan de Dios estaba Elcy Díaz, mamá de la niña fallecida y la otra hija Emily Díaz, de 18 años, con un niño de cinco meses, quienes eran atendidos por los médicos.

“Yo estaba dormida y mi mamita tenía el bebé. Al lado estaba mi hermana, Yoselín, quien fue la única que falleció. Parece que el conductor se quedó dormido y se fue por un barranco”, dijo Emily Díaz. 

Sobre el por qué se regresaban de Quito (Ecuador) para Venezuela, dijo que la mamá estaba temerosa que le fueran a expropiar la casa en Caracas.

“Veníamos de Rumichaca 37 venezolanos y dos colombianos. Habíamos comprado los pasajes hasta Cúcuta y el primer bus se varó más de tres horas. Sufrimos mucho para llegar a Bogotá”, dijo Graciela Chiquillo.