Madre e hija muertas y trece personas heridas es el saldo de un accidente de tránsito en el sitio Casa Blanca, de la carretera que comunica a Ocaña con la capital del departamento.

En el hecho falleció Catalina Reina Angarita de 28 años, oriunda de Aguachica, sur del departamento del Cesar y su hija de dos meses de nacida, Mariana Flórez Reina. Su otro hijo Carlos Santiago Flórez Reina, de 3 años, es atendido en el centro asistencial de Ocaña con fractura en el fémur y trauma craneoencefálico leve.

Otros heridos son José Luis Guillén Rugeles, de 19 años, con trauma abdominal; Oscar Robles García, de 58, quien presenta fisura en el hombro izquierdo; Luz Dary Mercado, de 24, con trauma cerrado de tórax y cadera; Ana Milena Brand Peña, de 44, con laceraciones en el rostro y traumas abdominal y cráneo, y Carmen Cecilia Manjarréz, de 39, con golpe en la cadera.

El joven Elmer Grimaldo, de 17 años, es el más grave con trauma hepático y renal, quien fue sometido a una intervención quirúrgica.

Diego Díaz Moreno, de 25 años, patrullero del Segundo Distrito de la Policía de Ocaña, presenta trauma en la clavícula y el hombro.

Argemiro Díaz Contreras, de 52, tuvo trauma en el ojo izquierdo; Yunelsy Robles, de 20, laceraciones y politraumatismos, Elkin Gómez, de 46, luxaciones en las extremidades inferiores, y Juan Carlos Castillo, de 24, traumas generales.

Las reacciones

El pasajero Óscar Robles indicó que fue una pesadilla el momento cuando el bus se fue a un abismo.

“Yo estaba dormido, cuando sentí fue el movimiento brusco y me desperté. La verdad no supe lo que pasó. Me salí del bus como pude y todos gritaban auxilio. Allí llegaron unos soldados quienes nos ayudaron a subir hasta la carretera”, recuerda.

Argemiro Díaz Contreras, otro pasajero, dijo que no se explicaba cómo el bus se fue  al abismo de unos 80 metros.

“Salí disparado por la ventana y de milagro el automotor no pasó por encima de la humanidad. Caí y me golpee fuertemente con una piedra en la cara. Estaba muy oscuro hasta cuando llegaron a brindarnos auxilio”, recalcó.

La pasajera Ana Milena Brand Peña considera que lo ocurrido se debe a que se le fueron las luces al conductor. “No sé cómo se le fue la vista, como un sueño pasajero o un mareo, lo cierto es que rodamos hasta cuando nos aguantó un árbol y volvió y cayó a terreno plano. Estamos vivos es de milagro”, anota.

Una falla mecánica

El conductor del bus afiliado a la empresa Copetrán, Omar Peña Quintero, narró la manera como perdió el control y se fue al abismo mientras era atendido en la sección de urgencias del hospital Regional Emiro Quintero Cañizares. Sufrió trauma en la pierna izquierda y trauma en el tórax.

El hombre, de 54 años, quien estaba al volante del automotor, indicó que nunca había tenido un percance en las carreteras.

“Llevo toda una vida manejando, pues empecé a los 15 años. Mi padre fue conductor de Copetrán y el oficio me lo dejó como herencia”, agregó.

Yo salí de Cartagena el viernes a las 10:30 de la mañana y el recorrido fue normal hasta la 1:45 de la madrugada del sábado.

“Venía manejando cuando sentí un golpe y se me desvió la dirección hacia la izquierda. No pude controlar el bus y se fue al abismo. Parece que fue una falla mecánica porque está partida la dirección”, explicó.

El chofer agregó que  luego de la caída “quedé bloqueado ahí sentado en el bus y las personas empezaron a salirse. Gracias a Dios no hubo más víctimas porque viajaban 28 personas. El carro comenzó a bajar derecho, no se volteó, no se fue para ningún otro lado porque hubiese sido más grave el accidente”, agregó.