El 27 de enero de 2017, Cúcuta se sorprendió con el asesinato del pasajero de un taxi, y más, por el asesino que por la víctima. Lo mismo sucedió el pasado 27 de marzo en el barrio Santa Lucía de  Medellín.  

En la capital de Norte de Santander, se trataba de Luis Fernando Chacua Mojica, Chuky, quien mataba desde que era un niño y aquella vez asesinó a su cuñado que iba en el vehículo de servicio público. 

Como Chuky (condenado e investigado por ocho crímenes), también son conocidos Duver Arley Parra Velásquez, el Menor, o Nixon David Ortiz Martínez, Pisculichi, reconocidos sicarios en la capital de Norte de Santander, cuyos juguetes fueron las armas de fuego y sus ‘amigos’ integrantes de las bandas criminales.

Néstor Humberto Martínez, fiscal general, confirmó que en el barrio Santa Lucía el asesino también era un menor, de 14 años, señalado de cometer un doble homicidio y sindicado de otros 10 más. El adolescente fue contratado por una banda narco conocida como La Torre.

En lo corrido de  2019, cinco menores de entre 14 y 17 años han sido capturados en el país por homicidio, y 6 más por tentativa.

En enero de 2017, Chuky asesinó a su cuñado que iba en un vehículo de servicio público. El crimen quedó grabado en video.

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¿Qué está pasando?

Jóvenes de familias disfuncionales, que no estudian, adictos a las drogas, agresivos y que gustan del dinero fácil, son los blancos de las bandas criminales.

El Código de Infancia y Adolescencia considera que los mayores de 14 años son penalmente responsables de sus actos. Sin embargo, el tratamiento y las penas son diferenciales respecto a los adultos.

En el caso de Medellín, Lina Estrada, abogada y magíster en Derecho de Familia, explicó a Colprensa que los menores de 13 años de edad son considerados inimputables ante la ley y por eso, cuando cometen algún delito, lo que se hace es un proceso de restablecimiento de sus derechos en el que se vincula a la familia para saber qué falló.

“En este caso, teniendo 14 años, la ley aplicable es de Infancia y Adolescencia (Ley 1098 de 2006), que señala sanciones de carácter pedagógico y restaurativo, en un sistema diferencial frente al que se usa para los adultos”, dijo.

Eso quiere decir que si un menor de 14 años es encontrado culpable, podría ser sancionado con una detención de máximo 8 años en un centro de atención especial, que en el caso de Cúcuta sería el Centro de Formación Juvenil de Los Patios.

“La decisión de qué sanción se le impondrá la tomará un juez de infancia, con base en la evidencia entregada por los investigadores y en el diagnóstico que hagan los defensores de familia, trabajadores sociales y sicólogos del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf.”, señala. 

Instrumentalización de menores 

El artículo 188D del Código Penal Colombiano señala que quien induzca, facilite, utilice, constriña, promueva o instrumentalice a un menor de 18 años a cometer delitos, o promueva dicha utilización, constreñimiento, inducción, o participe de cualquier modo en las conductas descritas, incurrirá en prisión de diez a veinte años. 

“El consentimiento dado por el menor de 18 años no constituirá causal de exoneración de la responsabilidad penal. La pena se aumentará si se trata de un menor de 14 años y se aumentará en caso de ser agravado el delito”, subraya el artículo. 

Sin embargo, nada importa para las bandas organizadas.  Por poner unos ejemplos, en febrero de 2018 la Policía Metropolitana de Cúcuta capturó a un hombre conocido como Carecrimen, en el barrio La Concordia, dedicado a entrenar a menores para cometer delitos. 

También cayeron varios integrantes de la banda Los de Punta, que delinquían en los barrios Punta Brava, Magdalena, Santander, Alfonso López, Santo Domingo y Cuberos Niño, y que reclutaba niños para cometer hurtos, homicidios y traficar con drogas.

En una investigación sobre instrumentalización de niños, publicada por El Colombiano, funcionarios de la Rama Judicial reconocieron que este delito está invisibilizado y “casi que ni se han ordenado investigaciones” contra los principales cabecillas de las bandas que instrumentalizan a menores de edad.