Las primeras vacaciones en Cúcuta para una niña venezolana terminaron en tragedia. La pequeña fue arrollada por un presunto borracho que conducía una moto la noche del domingo, en el barrio Gaitán de Cúcuta.

Eran las 9:00 cuando Yuliangel Besabeth Acosta Isea, de 12 años, caminaba junto con su madrastra Elizabeth Barrada, Ángela Barrada y dos menores más. Entonces, sobrevino el accidente en la calle 13 con avenida 24.

“Veníamos ya de regreso. Habíamos ido a comer un helado que mi hija Elizabeth nos invitó cuando veo que viene una moto a mucha velocidad y no acorta en el ‘policía acostado’. Entonces, me percato de que todos estuviéramos a la orilla, pero no contaba con que otra moto viniera detrás”, narró sentada en una silla y con múltiples golpes Ángela Barrada.

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Según su relato, el segundo motorizado que venía con un parrillero hombre y a toda velocidad, perdió el control en el reductor de velocidad y se fue contra ellas.

Tras el choque, la pequeña Yuliangel llevó la peor parte y se golpeó la cabeza contra el andén, lo que le causó un trauma en cráneo severo. 

“Yo quedé con la motocicleta encima y solo oía gritar al muchacho preguntar por el otro. Mientras mi hija toda lastimada intentaba auxiliar a la niña. Yo solo insistía que me quitaran la moto de encima. Luego fue que los vecinos salieron y nos ayudaron”, dijo la mujer.

Aunque la pequeña Yuliangel fue trasladada al hospital Erasmo Meoz, la madrugada de este martes, murió por la gravedad de las heridas y tras presentar un séptimo paro respiratorio.

En cuanto a Elizabeth Barrada, de 27 años, se conoció que aún permanece en la Clínica Norte, donde la operaron de la fractura del fémur.

(En este punto del barrio Gaitán, José Ángel Duarte manejaba una moto con grado uno de alcoholemia.)

El conductor

Este medio pudo confirmar que José Ángel Duarte Sandoval, de 22 años, era quien iba a bordo de la motocicleta Yamaha negra.

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La única hipótesis que tienen las autoridades de tránsito señala que el motociclista Duarte Sandoval, provocó el hecho al conducir borracho.

Así lo determinaron los investigadores de la Seccional de Tránsito y Transporte que, con el resultado de la prueba de alcoholemia, se enteraron que tenía positivo en grado uno de embriaguez.

Piden justicia

Yuliangel había llegado el 25 de diciembre a la casa que su papá logró tener en la parte alta del barrio Gaitán. La pequeña llegó de Valencia (Venezuela) a pasar sus primeras vacaciones. 

A esa ciudad del vecino país esperaba retornar en estos días para seguir sus estudios de primer grado de bachillerato. 

Ayer, se esperaba que tras la recolecta que le hicieron varios vecinos, la pudieran trasladar hasta su ciudad natal, donde la espera su mamá.

A Yuliangel la recuerdan por ser una niña alegre e inteligente. 

“Ella agarraba los pantalones que ya no usábamos y cocía bragas para ella. También aprendió a coser zapatos y nos arregló varios pares”, dijo una familiar.