El 10 de mayo de 2016 la Policía dio de baja a Giovanny Micolta Ríos, cabecilla del Clan Úsuga. Hoy, dos de sus presuntos escoltas, a quienes capturaron armados en la operación, aseguran que los confundieron y que ellos estaban cuidando pollos en una finca vecina y no hacían parte de ninguna organización criminal. 

Se trata de los venezolanos Gordi David Camacho González, de 22 años, y Ángel Omar Sánchez García, de 27, naturales de San Cristóbal, detenidos en una finca del sector Las Piedras de El Zulia, luego de que los uniformados fueran recibidos a  balazos para impedir la captura de Micolta. En la operación se incautaron además de una granada.

La Fiscalía los acusó de porte ilegal de armas de uso restringido y privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos y concierto para delinquir agravado, recibiendo medida de aseguramiento en prisión.

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A lo afirmado por los procesados, esta semana el organismo investigador solicitó la preclusión para el segundo delito (concierto para delinquir agravado) ante un juzgado especializado de Cúcuta, donde cursa el proceso. Pero dicha petición fue negada de tajo, en apoyo con el delegado de la Procuraduría.

(En el operativo, las autoridades se incautaron, en total, de cuatro armas de fuego y una granada.)

Los argumentos

En su solicitud, la Fiscalía argumentó que entre los elementos materiales probatorios, evidencia física e información legalmente obtenida, no había prueba que demostrara la vinculación de los procesados con la organización criminal. 

Además, que al momento de la detención no existía contra ellos una orden de captura ni señalamientos directos ni había reconocimientos fotográficos. Igualmente se planteó que los extranjeros carecían de antecedentes penales en Colombia y no se tenían pruebas de su participación en graves delitos como homicidios, desaparición forzada o tráfico de armas a nombre del Clan del Golfo. 

Según consta en el proceso, Ángel Omar fue sorprendido con una pistola y un proveedor para 12 cartuchos y Gordi David con un revólver con 5 cartuchos (no apto para disparar, pero sí la munición). 

El Bloque de Búsqueda Esparta de la Policía llegó al sitio por información que entregó  un cooperante que delató la ubicación de Micolta y sus guardaespaldas. Ambos fueron detenidos  junto a Víctor Alfonso Agudelo, conocido como Rata, quien aceptó los cargos. 

“Tengo que decir que estoy sorprendida y no entiendo los argumentos de la Fiscalía. Se tenía conocimiento de que en el sitio estaba un comandante con sus escoltas, que al percatarse de la presencia de la Policía abrieron fuego. No tenían una orden de captura ni estaban en un organigrama criminal, pero estaban con el jefe y armados”, señaló la titular del juzgado.

Si los extranjeros llegaron a Colombia -dijo- a cuidar unos pollos, huyendo de la difícil situación de desabastecimiento en su país, por qué estaban armados. 

“¿Cómo no tienen antecedentes, no se puede inferir que eran parte de la organización? ¿Es imposible deducir que eran los escoltas? ¿La Fiscalía recibió información de los mismos integrantes de la banda? Debería haber por los menos una sospecha de que eran las personas que acompañaban al comandante”, se preguntó la jueza, al tiempo que se declaró impedida para continuar conociendo el proceso, por haber emitido su concepto frente a la conducta de los imputados.  

Por ahora, los venezolanos deberán seguir en la cárcel de Cúcuta a la espera de iniciar el juicio en su contra, por los dos delitos, o firmar un preacuerdo con la Fiscalía.

¿Quién era Micolta?

Giovanny Micolta Ríos operaba entre la comunidad de La Floresta, Palmarito, Buena Esperanza, Pueblo Nuevo, Astilleros y Puerto Lleras. Fue el sucesor, tras su captura, de Gerardo Aguilar, Lalo, de 34 años,  cabecilla de esta estructura criminal, buscado con circular azul de la Organización Internacional de Policial Criminal (Interpol).

Un grupo de al menos 25 uniformados dieron con la ubicación  de Micolta y la de tres hombres que hacían parte de su anillo de seguridad. En la operación de asalto, los agentes contaron con apoyo de helicópteros, señalo la Policía.

Micolta Ríos tomó su arma y cuando intentó accionarla contra los uniformados, estos reaccionaron y le dispararon en tres oportunidades, causándole la muerte.

Micolta Ríos tenía una orden de captura vigente por el delito de concierto para delinquir agravado.

En 2013 había sido capturado por el delito de extorsión junto a Eleazar Villamizar, El Gringo, quien era el máximo cabecilla de esta banda criminal en Norte de Santander.

Según las autoridades, este hombre fue el encargado de coordinar el manejo de las finanzas del Clan Úsuga, producto del cobro de extorsiones a comerciantes y contrabandistas.

Para entonces, el general Jaime Vega, comandante de la Región de Policía No 5, aseguró que Micolta estaba vinculado a los homicidios de Freddy Arias Díaz, ocurrido el 9 de julio de 2014, en el barrio Aeropuerto de Cúcuta, y de Héctor Fabio Jaimes Medina, el 30 de agosto de 2014 en este mismo sector.

El oficial también lo vinculó con la explosión de una granada el 15 de octubre del año pasado en el kilómetro 8 de Los Patios, en el que resultó muerto un menor de 17 años.