En la sede Teresa Guasch, de la Institución Educativa Presbítero Daniel Jordán, ubicada en el barrio Niña Ceci, no volverán a ver la sonrisa del pequeño Breinder Oswaldo Gallego Rueda, de 10 años.

El estudiante de tercero de primaria murió la tarde del domingo, luego de haber sido atropellado el viernes  al mediodía, justo cuando salía del comedor escolar.

¿Qué pasó?

Todo ocurrió en la esquina de la calle 9 con avenida 5 de ese barrio de la ciudadela Juan Atalaya. Eran las 11:30 de la mañana y Breinder iba caminando con una tula  a su espalda donde tenía sus cuadernos. En una mano le llevaba un pedazo de carne a su mamá, mientras que se comía la porción restante.

Le puede interesar Atropellaron a mujer y su hija, la niña murió

En la otra esquina, Jazmín Rueda, mamá del pequeño, lo esperaba junto con su otro hijo, Camilo, de 17 años.

“Estábamos al frente. Yo lo vi desde acá comiendo. Cuando menos nos dimos cuenta se escuchó un golpe enorme y mi mamá empezó a gritar ‘mi niño, mi niño’ yo no pensé que era él porque de lejos no veo bien. Pero igual corrí y cuando lo vi en el piso tenía la tula en la cara y el zapato derecho por fuera”, contó Camilo, el hermano.

Según el reporte de las autoridades, a Breinder lo atropelló un carro venezolano Volkswagen Fox, de placas AA320ZJ, conducido por Fanny Peñaloza Becerra, de 39 años, que no portaba ni el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) ni la revisión tecnomecánica.

La mujer, al parecer, no se percató de la presencia del niño en esa esquina y se lo llevó por delante causándole trauma craneoencefálico severo y trauma cerrado de tórax.

“Ella realizó el cruce muy cerrado, por eso se me llevó por delante a mi niño. Esa mujer me lo quitó. Acabó con la vida de mi último hijo”, relató muy afectada Jazmín, la mamá del niño.

“¡Ya nada podrá devolverme a mi bebé! Solo pido justicia”, añadió.

Un abogado experto en accidentes de tránsito, de la firma Rastro Legal Vial, determinó tres fallas que condujeron a la muerte de Breinder. 

La primera fue la imprudencia de la conductora del vehículo, por transitar en contravía por la calle 9 para cruzar por la avenida 5. Segundo, que la mujer no se percató de la presencia del niño, al parecer, por conducir distraída. Y tercero, la falta de señales de tránsito alrededor de una zona escolar.

Lea además Varios heridos al volcarse carro en Los Patios

Breinder, el soñador

Este lunes, los ojos rojos y llorosos de los tres hermanos mayores de Breinder dejaban entrever el dolor que les causó su repentina partida.

“Él era muy alegre. Le decía a mi mamá que cuando fuera grande le iba a comprar una casa, porque mi mamá sufre mucho para conseguir lo del arriendo y él siempre la contentaba con sus ocurrencias”, dijo Camilo, uno de sus hermanos.

Jazmín tiene grabada en su mente la noche anterior a la muerte de su cuarto hijo. 

“El jueves yo no tenía dinero, entonces había hecho bastante almuerzo para hacer calentado. Él estaba con hambre y me dice ‘mami, deme calentadito’ y le di solo a él y me decía que comiéramos juntos, entonces nos sentamos en la cama a cucharear. Luego nos acostamos y como siempre se quedó dormido encima de mi brazo. Ya cuando me estaba quedando dormida empecé a acariciarle la cabecita y como me sintió, me dijo ‘te amo mamá’ y me daba picos y empecé a abrazarlo y ahí me echó la piernita encima y nos quedamos dormidos”, narró la mamá.