En medio de una nutrida balacera y de una veloz  persecución, la policía dio de baja a un asaltante, hirió a otro y detuvo a uno más, quienes eran miembros de la banda que el domingo en la madrugada acababan de robar en un restaurante del centro comercial Bolívar de Cúcuta.

El hecho parece haber sido sacado de un guión de una película, puesto que los ladrones en la huida lanzaron del vehículo en que iban, el cadáver del compinche que murió en el intercambio de disparos con los agentes del orden.

Esta inusual escena se inició entre la 1:00 y la 1:30 de la madrugada, cuando dos hombres atracaron a tres personas que se encontraban en un restaurante. Se les robaron joyas y  otros objetos personales.

Gracias a la reacción inmediata de una patrulla policíaca,  los ladrones fueron interceptados en flagrancia, lo que desató una balacera en el centro comercial, situado cerca del cuartel de San Mateo.

Uno de los ladrones, identificado como Luis Edgardo Altahona Altahona, de 39 años,  fue herido por los uniformados y alcanzó a montarse con sus compinches en el vehículo  que los esperaba frente al conjunto residencial Bolívar.

 Un par de cuadras más adelante, a la altura del barrio  Bosques del Pamplonita y del conjunto cerrado Villa Parque, el taxi paró y los ocupantes tiraron a la calle el cuerpo sin vida de Altahona y arrojaron un revólver marca Smith&Wesson, calibre 38 milímetros.

De inmediato, la Policía emprendió su plan candado y los dos ladrones fueron interceptados en una de las entradas al barrio Trigal del Norte y  puestos a disposición de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía.

Durante la persecución, Óscar Andrés Navarro, 26 años, otro de los asaltantes,  resultó herido y un policía recibió heridas menores en el enfrentamiento. El chaleco antibalas le salvó la vida. El tercer ladrón fue identificado como Jhon Jairo Romero Díaz, 26 años.

Según el coronel Jaime Barrera, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, los tres harían parte de la Banda Los Susos, la cual provenía de Carora y estaba azotando los restaurantes de la capital de Norte de Santander.

“Estas capturas son el resultado del Plan de Seguridad y Vigilancia implementado por la Policía en la zona comercial y los restaurantes de la ciudad para contrarrestar los atracos”, explicó Barrera. “En las últimas tres semanas no se habían presentado asaltos en la zona”, precisó el oficial.

Además de las capturas, la Policía logró recuperar los implementos robados: dos anillos, dos pulseras, una cadena, y un par de aretes.

La Opinión