Diez hombres que integraban la banda Los Turros, dedicada al tráfico de drogas en el barrio Santander, aceptaron los cargos y fueron condenados a 6.8 años de prisión.  

Se trata de Henry Leonel Palencia Hernández, alias Ñoño, presunto líder de la red, de 26 años; Oscar Ferney Fernández Gómez, ‘Goyo’, de 19; Yeison Andrei Reyes Sánchez, ‘El Mudo’, de 18; Jhon Jairo Moreno Bautista, ‘Jhon Oliva’, de 31; Luis Manuel Alba Soto, ‘Luisito’, de 22; José Eduard Cubides, ‘Cubides’, de 30; Mauricio Guerrero Albarracín, ‘Rascabuches’, de 28, y Manuel Enrique Cárdenas Restrepo.

Además de los hermanos  Luis Felipe Fuentes Ayala, ‘Tony’, de 28, y Juan Carlos, ‘Cagado’, de 20.

Los diez hombres llegaron a un preacuerdo con la Fiscalía y aceptaron su responsabilidad en los delitos de concierto para delinquir agravado, fabricación, tráfico y porte de estupefacientes agravado y uso de menores de edad para la comisión de delitos, a cambio de un descuento del 50 por ciento en la pena.

Dicho preacuerdo fue presentado a un juzgado especializado de Cúcuta, donde cada procesado aceptó ante el estrado que firmó el preacuerdo de manera libre, consciente y voluntaria y solicitó la condena pactada con el ente investigador.

Revisado el preacuerdo, el Juzgado  procedió a emitir la condena y además les impuso una multa de 1.350 salarios mínimos legales mensuales a favor del Estado y les negó la prisión domiciliaria y la suspensión condicional de la ejecución de la pena.

Los hechos

Luego de ocho meses de indagar, hacer seguimientos y hasta grabar varios videos donde se muestra la comercialización de droga, la Policía Metropolitana (Mecuc) logró desarticular la banda de expendedores Los Turros.

Para ese entonces, el coronel Jaime Barrera, comandante de la Mecuc, aseguró que la red de jíbaros tenía como epicentro los alrededores de un plantel educativo en el barrio Santander, “convirtiéndose en un grave riesgo para la comunidad, especialmente de la población infantil y juvenil”.

Una vez los investigadores del Grupo de Protección Integral a la Infancia y Adolescencia (Ginad) tuvieron las pruebas suficientes, le pidieron a la Fiscalía que le solicitara a un juez las órdenes de allanamiento de los integrantes de esa banda, las cuales hicieron efectivas.

El oficial señaló que gracias a la denuncia de la ciudadanía conocieron sobre la existencia de la red de expendedores.

“Se activó un proceso investigativo en articulación con la Fiscalía 19 Seccional Antinarcóticos, en el cual los policías hicieron labores de campo y vecindario, de encubierta, vigilancia a los lugares donde se realizaría el expendio y de las personas encargadas de la actividad ilícita”, sostuvo el mando policial.

Según se conoció, esta banda  comercializaba droga en el parque principal y en la cancha de microfútbol de ese barrio. Le distribuían a los jóvenes y a los niños. En los videos se pudieron grabar a estudiantes comprando narcóticos.

“La comercialización de los narcóticos la realizaban a diferentes tipos de compradores, quienes llegaban a pie, en motocicletas y vehículos. Las dosis eran escondidas en la misma zona de venta y las viviendas de los capturados”, explicó la Policía.